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Entrevista:CHARLES AZNAVOUR | Músico

"El amor es la verdad"

Charles Aznavour sonríe plácidamente mientras el mundo gira a su alrededor a una velocidad que no parece afectarle. A sus casi 83 años -nació en París en mayo de 1924 de padres armenios-, lo primero que contagia con su presencia es una calma placentera en la que el tiempo ocupa un lugar secundario. En Francia sigue siendo un creador de actualidad -su último disco acaba de aparecer y las críticas han sido sobresalientes-, pero en España nos conformamos con otra reedición de sus eternas canciones. Eso sí, esta vez la recopilación merece el título de (casi) definitiva. Charles Aznavour, su sencillo título, incluye dos CD y un DVD con lo mejor del cantante tanto en francés como en castellano. Algunos temas se repiten, pero la repetición se agradece al sonar tan diferentes las dos versiones. Todas las canciones para el recuerdo están ahí (20 en cada CD): La mamma, Et pourtant, Que c'est triste Venise, La bohemia, Morir de amor...

"El texto es francés y la música internacional, por eso canto en otros idiomas"

Pregunta. ¿Alguna novedad?

Respuesta. No hay nada nuevo, simplemente recuperar los temas de siempre. Como todo el mundo tiene su colección de vinilos pero no los utiliza, ahora les vuelven a vender las mismas cosas pero en CD. Y si mañana sale otro formato, les volverán a vender lo mismo.

P. Eso es bueno para la industria discográfica, pero ¿cómo afecta a los artistas?

R. Es bueno para todos. Sin industria los esfuerzos de los músicos no llegarían a casi nadie.

P. Pero a veces la industria marca la línea a seguir.

R. Si es así, la culpa la tienen los artistas. Siempre habrá el que acepte todo lo que le digan. Yo nunca he aceptado nada y aquí sigo. Hago lo que me da la gana, grabo lo que quiero y donde quiero. Nadie escoge mis canciones, ni siquiera tengo un director artístico. Nunca pienso en si una canción se venderá o no. Con el tiempo siempre hay alguien que acaba descubriendo una canción que no fue un éxito.

P. ¿Qué encuentran los jóvenes en sus canciones?

R. Experiencia y, por otra parte, también escribo cosas actuales que les conciernen. Para ellos es algo insólito, inesperado, porque los que escriben canciones para jóvenes no tocan esos temas.

P. En su nuevo disco, Colore ma vie, editado hace un mes en Francia, aborda temas poco habituales.

R. Hay canciones duras sobre la ecología o sobre los problemas de los barrios [Moi, je vis en banlieue]. No me da miedo hablar sobre Chernóbil o sobre la larga lengua de los políticos.

P. ¿Las canciones deben servir para transmitir ideas sociales?

R. Más que sociales o políticas, humanas. Humanidad sólo hay una, en cambo ideas políticas hay muchas. Yo me ocupo de la humanidad, no de los políticos.

P. ¿Cuáles son sus proyectos?

R. Estoy preparando un nuevo disco de canciones de amor. El mundo necesita la verdad y el amor es la verdad. También preparo el Jazznavour 2 con músicos de jazz. El primero fue un éxito, incluso en los Estados Unidos. He utilizado todo tipo de música para mis canciones: bossa, vals, tango, swing... La canción francesa es texto y el texto puede enriquecerse con cualquier ritmo. El texto es francés y la música internacional, por eso me empeño en cantar en otros idiomas: castellano, italiano, inglés, alemán... El único en el que nunca he podido cantar es en armenio. Mis padres cantaban muy bien en armenio y mi hija también. Tengo el complejo de ser el peor cantante armenio del planeta.

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