El director de la banda de música de la plaza de la Real Maestranza se jubila
"Mi despedida, el pasado Domingo de Resurrección, ha sido lo más bonito y lo más grande que me ha pasado en mi vida. Cuando yo vi a esa Maestranza en pie y la gente aplaudiendo... Uf... No sé cómo explicarlo. Se me saltaron las lágrimas, y si no saltó el marcapasos que me acaban de implantar es porque será de buena calidad".
Su nombre es José Tristán. Pepín para la música y los anales de la plaza de la Real Maestranza. 60 años le avalan como músico, 36 de ellos como director de la Banda de Tejera, que ameniza los festejos taurinos en Sevilla. Si como músico es respetado, tanto o más lo es como aficionado, pues su conocimiento y sensibilidad, y también la calidad de la banda, han sido testigos y protagonistas de las tardes de gloria. El homenaje de la Maestranza consistió en permitirle que abriera la corrida inaugural de la temporada con el pasodoble La Giralda, su preferido, y con el que dijo adiós a toda una vida.
Pepín se ha jubilado por motivos de salud, y porque ha cumplido 71 años, y así lo ordenan los estatutos de la banda, que fue fundada a finales del siglo XIX por su abuelo. Al fallecimiento de éste, se hizo cargo de la dirección su tío, Manuel Pérez Tejera, que dio nombre a la formación y debutó con 15 integrantes, en 1918, en la plaza Monumental de Sevilla, construida por Joselito en el barrio de San Bernardo. Aquel coso sólo duró dos años y, tras la guerra civil, la Banda de Tejera comenzó a prestar servicios en la Maestranza, cuyo contrato se renueva verbalmente cada año.
Unos 30 discos recogen el repertorio de toda una vida, aunque Pepín no recuerda cuántos pasodobles ha interpretado una banda que ya forman 50 personas, todos varones, porque los estatutos no permiten la entrada de mujeres. "Ninguno viene por un sueldo, porque aquí no se gana para comer, sino por el prestigio de pertenecer a la banda y porque respetamos que los puestos pasen de padres a hijos", afirma. De hecho, Pepín Tristán ejerció como mecánico de automóviles hasta el año 1984, y casi todos sus compañeros han tenido otra profesión al margen de su afición a la música.
No olvidará Pepín Tristán las ocho orejas que cortó Curro Romero una tarde que se encerró con seis toros; ni los grandes triunfos de Espartaco o Manzanares. Porque a Pepín le gusta el toreo de arte: "Sin duda, prefiero el toreo de pellizco a cualquier otro; no me gustan los toreros que me asustan, porque para pasar miedo veo una película de terror".
Su hijo José Manuel ha cogido la batuta de la dirección de la banda, y es el responsable de la interpretación de los 42 pasodobles que tienen ahora en el repertorio.
- Oiga, Pepín, ¿y eso de que no se admitan mujeres en la Banda de Tejera?
- Pues habrá que cambiar los estatutos. No sé qué pasará cuando mi nieta, que tiene 16 años, acabe su carrera de música... Habrá que cambiarlos, digo yo.
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