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Elecciones presidenciales en Francia

Internet difundió los primeros sondeos antes del fin de la votación

Guillermo Altares

La noche electoral empezó a plena luz del día, cuando un sol primaveral caía todavía a plomo sobre París. A través de Internet, los datos de los sondeos a pie de urna de los cuatro principales institutos de opinión comenzaron a circular en torno a la seis de la tarde, dos horas antes del cierre de los colegios electorales. Y, pese a que la votación se prolongó durante todavía dos horas, los datos fueron confirmados posteriormente.

Antes de las siete de la tarde, en la sede del Partido Socialista, en la calle Solferino de París, la alegría era palpable y todo el mundo manejaba estimaciones muy precisas. "Ha merecido la pena el trabajo que hemos hecho", manifestaba un miembro del equipo de campaña a una compañera poco después de explicarle los datos que todo el mundo manejaba. También en la calle, entre las decenas de personas que se congregaron ante la sede del PS, circulaban los mismos porcentajes.

Los medios de comunicación suizos y belgas no tuvieron ningún problema en comenzar a difundir los datos de los sondeos a pie de urna en cuanto dispusieron de ellos y el tráfico en el ciberespacio fue tan intenso que los sitios web de la radio televisión belga francófona RTBF y de los diarios Le Soir y La Libre Belgique se colapsaron.

La Comisión Electoral francesa esperaba que ocurriese algo así y amenazó con importantes multas a los medios (o bloggers) franceses que los difundiesen, pero no podía hacer nada para frenar a las emisoras y diarios de los países francófonos vecinos. El temor para algunos analistas estaba en que se produjese un resultado muy estrecho entre la socialista Ségolène Royal y el centrista François Bayrou y que la difusión de los datos cambiase el voto de algunos electores.

Por otra parte, el voto a través de máquinas electrónicas, aplicado ayer por primera vez en unas elecciones presidenciales en Francia, provocó problemas en algunos colegios, protestas y denuncias, según informó la agencia Efe.En total, 1,5 millones de los 44,5 millones de ciudadanos llamados a votar en la jornada de ayer debía hacerlo por el novedoso sistema electrónico, implantado en 82 municipios de más de 3.500 habitantes.

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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