El holandés de las Highlands
Aunque las actuaciones de los mecenas verdes se desarrollan habitualmente en América Latina o África -donde, entre otras cosas, la tierra cuesta menos- también en Europa se encuentran proyectos de tamaño significativo. En Escocia, en las Highlands, el magnate holandés Paul van Vlissingen adquirió en 1978 unos 320 kilómetros cuadrados de tierra salvaje y sin carreteras. Tierra de la que se enamoró años antes durante su primer viaje a la zona.
Van Vlissingen, miembro de una familia de empresarios dueña de la compañía comercial SHV, con más de 30.000 empleados, falleció el año pasado, tras haberse convertido en una verdadera bandera del conservacionismo. Su fundación African Parks gestiona actualmente diez reservas naturales en varios países subsaharianos.
En su finca escocesa permitía el acceso a cualquiera bajo sólo dos condiciones hechas públicas en 1993: "Lo único que pedimos es que la gente lleve fuera lo que trae dentro y que respete la tierra".
Van Vlissingen no se consideraba dueño de su finca en las Highlands. "Nadie puede ser dueño de lugares como estos. Yo me considero más bien el guardia", dijo una vez.
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