Marruecos cobra fuerza
Las reformas estructurales impulsan el crecimiento hasta el 8,1%
La economía marroquí atraviesa por un buen momento de forma gracias al repunte de las condiciones internacionales, al aumento de las inversiones y al mayor peso del sector servicios. Gracias a las reformas estructurales puestas en marcha, el país creció un 8,1% el año pasado, una cifra que podría repetirse este curso. España es el segundo inversor extranjero en Marruecos.
Los bancos de inversión y el FMI subrayan que Marruecos es una de las plazas más atractivas de África para el capital extranjero
Las exportaciones del país norteafricano representan ya un 38,2% del PIB, mientras que la inversión extranjera supone un 22,1%
Un reciente informe de la agencia calificadora de riesgo Moody's indica que el PIB del país creció un 8,1% durante el año pasado, muy por encima del 2,1% registrado en 2005. Según todas las previsiones, la actividad en lo que va de 2007 sigue la misma línea. Este desempeño confirma que la economía del país goza de buena salud en esta primera década del siglo y que el escaso crecimiento de hace dos años fue sólo coyuntural, debido a factores externos adversos como el alto precio del petróleo y las malas condiciones climatológicas.
Según coinciden en señalar los analistas, Marruecos continuará su creciendo por encima del 5% debido a un mejor escenario internacional y al aumento de las inversiones y del comercio exterior. Durante el año pasado, los envíos al exterior representaron el 38,2% del PIB, diez puntos más que en 1997. En este mismo periodo, las inversiones extranjeras han aumentado cinco puntos en relación con el PIB, hasta el 22,1%.
Los bancos de inversión internacionales y organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) subrayan que Marruecos es una de las plazas más atractivas para la inversión extranjera en todo el continente africano. En la última década, el PIB marroquí ha duplicado a la media africana y su producto per cápita supera en más de un 70% los 3.000 dólares de media del continente, como paridad de poder adquisitivo.
Durante el último lustro, los mayores esfuerzos de las autoridades económicas se han volcado en mejorar las condiciones de acceso a los mercados externos mediante la firma de tratados bilaterales comerciales. El más reciente se ha sellado en 2006 con Estados Unidos, una economía con la que los intercambios marroquíes ascienden a mil millones anuales. Las principales exportaciones marroquíes son las manufacturas de textiles, que representan el 17,5% del PIB, y los productos agrícolas, con un peso del 16,8% en la economía.
España es el segundo inversor extranjero en Marruecos después de Francia. Durante el periodo 1995-2004, los capitales españoles en el país representaron el 18,6% del total de la inversión, sólo superado por el 37,1% de las empresas francesas. Esta inversión se ha producido principalmente en el sector servicios y en operaciones puntuales como la compra de la tabacalera estatal por parte de Altadis, o el acuerdo con Repsol para construir una refinería en la costa atlántica del país.
Reforma agrícola
Los analistas reconocen que parte de esta bonanza económica se debe al efecto que están teniendo las reformas estructurales emprendidas hace cinco años. De esta manera se ha mejorado significativamente el clima para hacer negocios, se ha fortalecido la propiedad privada y ha aumentado la flexibilidad laboral. También se ha puesto en marcha una ambiciosa reforma agrícola para reducir el peso de este sector en las finanzas y completar la transición hacia el sector servicios.
En cualquier caso, los expertos advierten que las autoridades marroquíes deben hacer más esfuerzos para reducir el déficit fiscal que en estos momentos se sitúa en torno al 4,5% del PIB y que, según las previsiones, caerá al 3,3% durante el presente año. También es necesario mejorar las condiciones de gran parte de la población que aún vive en la pobreza y reducir el paro por debajo de las dos cifras. El desempleo llegó al 10,9% en 2005, comparado con el 11,3% registrado en el año 2003.
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