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Reportaje:Matanza en el campus

Detectores de metales y restricciones mínimas

Las medidas de seguridad son difíciles de aplicar en las universidades, que cuentan con varios edificios y muchas entradas

"Una epidemia en la salud pública". Así definen las autoridades sanitarias de Estados Unidos la media de más de 10.000 homicidios con armas de fuego registrados en su país en la última década.

La violencia en los centros educativos estadounidenses en los años noventa obligó a instalar medidas de seguridad en los accesos a los recintos. Pero los cacheos y los detectores de metales son difíciles de aplicar en los campus de las universidades, que cuentan con varios edificios y muchos puntos de entrada. En 2004, las universidades estadounidenses registraron 48 asesinatos, 3.680 agresiones sexuales y 2.225 posesiones ilegales de armas.

Tras la matanza del instituto Columbine en 1999, el presidente Bill Clinton propuso, sin éxito, elevar la edad legal para poder poseer armas, de los 18 a los 21 años. Las restricciones se limitaron a 15 Estados. La mayoría de las medidas consistía simplemente en limitar el tipo de armas que se podían adquirir o, como en el caso del Estado de California, el límite en la compra era de un arma de fuego por persona al mes.

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En 1994, Clinton firmó una ley que prohibía durante 10 años la fabricación y venta en EE UU de unos 20 modelos de armas de asalto, las de mayor capacidad. George W. Bush dejó que ésta expirase en 2004 para satisfacción de los miembros de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), que tanto habían presionado al Congreso para que dejaran caducar la ley.

En los últimos años se ha reducido el apoyo a nuevas restricciones en la venta y fabricación de armas. Una encuesta reciente de la fundación Pew Charitable Trust muestra que el 52% de los estadounidenses tiene una visión positiva de la NRA, mientras que un 32% está en contra de su apoyo a la venta de armas.

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