La policía destapa una red de blanqueo en el mayor despacho de abogados de Marbella
Marbella volvió a la escena por tercera vez. De nuevo en primavera y con el trasfondo de la corrupción, una lacra de la que la ciudad no logra desprenderse. El despacho de abogados más conocido de la ciudad, la firma Cruz Conde, aparece presuntamente relacionada con una trama internacional de blanqueo de dinero procedente del crimen organizado, de actividades como el narcotráfico, el tráfico de armas y el fraude fiscal, entre otros. Cerca de 800 sociedades tapadera servían para ocultar a los auténticos propietarios de cientos de bienes inmuebles repartidos por la Costa del Sol, además de cerca de 200 propiedades inmobiliarias en otras provincias españolas. No hay todavía una valoración económica sobre la dimensión de esta red aun cuando se ha solicitado el bloqueo de cuentas en 30 entidades bancarias. La trama de blanqueo, con 19 detenidos, tenía conexiones internacionales, según fuentes de la investigación, "una rama turca, dos ramas suecas y una argentina", entre otras.
Entre los 19 arrestados hay dos notarios que ya fueron detenidos en la Operación Ballena Blanca en marzo de 2005
Se han intervenido "centenares de inmuebles" y cuentas corrientes en 30 entidades bancarias, según los agentes
La red tenía ramificaciones en Turquía, Suecia y Argentina, entre otros países, y ocultaba el dinero negro en 800 sociedades
Un despliegue policial en toda regla, con 230 agentes de diversas unidades, despertó la curiosidad de los vecinos de la ciudad a primera hora de la mañana. El primer destino de la policía fue el despacho Cruz Conde, cuya sede social está en el arranque de la denominada Milla de Oro, en la avenida más céntrica y ostentosa de Marbella, un lugar adecuado para el despacho de abogados más famoso de la localidad. Poco después, otro grupo de agentes se presentaba en el Marbella Club, uno de los símbolos de la ciudad, el hotel que fundó en su día Alfonso de Hohenlohe
a partir del cual surgió la Marbella de la jet-set. Fueron dos golpes de consideración.
Operación simultánea
A la misma hora de la mañana, otros agentes irrumpían en un despacho de abogados de Amsterdam gracias a una comisión rogatoria emitida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Marbella, desde donde se ha centralizado la operación que ha recibido el nombre de Hidalgo, apellido que habrá que añadir al de Ballena Blanca y Malaya en el imaginario de la corrupción en Marbella. Dicho despacho holandés mantenía una "relación muy estrecha" con una de las sociedades del despacho Cruz Conde, la firma Santa Ana 1, donde radica el epicentro de la operación.
El organigrama de la red de blanqueo recuerda al de la Operación Ballena Blanca: una maraña de sociedades, hasta 800, según la nota de la fiscalía, muchas de las cuales pasan largo tiempo sin operar, con movimientos de capitales que atraviesan diferentes paraísos fiscales. Y un trasfondo inmobiliario, donde presuntamente descansan los flujos de dinero ya blanqueados. La red descubierta contaba con propiedades en la Costa del Sol (Marbella y Estepona) que continuaba la línea costera hasta san Roque (Sotogrande, fundamentalmente) y Jimena de la Frontera.
Pero la red había diversificado por otros puntos de España la adquisición de bienes inmuebles, que se cuentan por centenares. Así, aparecen propiedades en Córdoba (Villaviciosa de Córdoba, Aguilar de la Frontera, Almodóvar del Rio y Posadas), un lugar de referencia de la familia Cruz Conde, originaria de dicha provincia donde algunos de los familiares han disfrutado de un gran reconocimiento social (el padre del detenido Rafael Cruz Conde fue alcalde de la capital cordobesa entre 1951 y 1962, un hermano ocupa una de las vicepresidencias de Cajasur, la caja de ahorros de la provincia). También se han encontrado propiedades en Asturias (Llanes y Ribadedeva), Lleida, Tarragona (Tortosa), Sevilla (Estepa), Barcelona (Castellet, La Gornal, Vilanova i la Geltrú), además de Madrid. Las sociedades relacionadas con la trama contaban también con propiedades en países europeos.
La red de blanqueo tiene su punto neurálgico en una empresa denominada Santa Ana 1, de la cual nacen otras 22 sociedades participadas, cada una de las cuales está a su vez relacionada con otras sociedades hasta generar una maraña de cientos de empresas. Una buena mayoría de ellas tiene como dedicación la actividad inmobiliaria. La empresa matriz pagaba dividendos en Holanda, otro de los síntomas que han movido a la sospecha. Santa Ana 1, cuyo presidente es Rafael Cruz Conde, se reservaba el 1% de todas las sociedades que administraba, fundamentalmente con propiedades en manos de extranjeros. Entre las actividades de Santa Ana 1 las había legales e ilegales, porque se trataba de una sociedad con enormes ramificaciones.
El abogado Rafael Cruz Conde aparece también como administrador o apoderado de empresas hoteleras de Marbella y localidades colindantes (caso de Benahavís). Precisamente, uno de estos hoteles es el Marbella Club, que sufrió ayer un registro policial. El Marbella Club es uno de los recintos más característicos de Marbella. Fue fundado en su día por Alfonso de Hohenlohe y considerado como el verdadero corazón de la jet-set. Según fuentes de la investigación, la sociedad que gestiona el Marbella Club tenía algunos problemas fiscales por una cuantía importante, que podía alcanzar los 50 millones de euros. En este caso en concreto, no se relaciona a la sociedad que gestiona el hotel con el blanqueo de capitales.
Tráfico de armas
Entre los detenidos figuran no sólo abogados del citado despacho sino también algunos clientes, relacionados éstos con actividades delictivas. Tal es el caso de tres ciudadanos paquistaníes y jordanos que podrían estar trabajando como intermediarios de algunos traficantes de armas.
La lista se completa con la detención de tres notarios, dos de los cuales ya fueron imputados hace dos años en la Operación Ballena Blanca. Fuentes policiales comentan que la operación no tiene ninguna relación con la Operación Malaya, pero sí se han visto formas de actuación que tienen alguna similitud con la Operación Ballena Blanca. La cuestión es que la Operación Hidalgo ha puesto la atención en un despacho que está considerado como el más importante de Marbella. "Aquel despacho de Fernando del Valle era algo así como la tercera parte de lo que es el de Cruz Blanco", señala una fuente.
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