El ministerio aprueba la universidad de Nieto pese a calificarla de "innecesaria"

Justo Nieto logró ayer una de esas victorias que no sirven para nada. El Ministerio de Educación dio vía libre a la Universidad Internacional Valenciana, su gran proyecto de legislatura. Lo hizo, sin embargo, con el parlamento autonómico ya disuelto, lo que hace imposible la fundación de la universidad hasta después de las elecciones. El ministerio, además, volvió a calificar de "inoportuno" e "innecesario" el centro de educación a distancia. Recordó que 12 de las 14 titulaciones previstas ya se imparten en las universidades públicas valencianas y pronosticó que competirá con ellas.

El proyecto de Nieto ha sufrido una muerte a cámara lenta. Víctima de la oposición de la comunidad académica, de los nervios de sus colegas de gobierno (que airearon su defunción hace un par de meses) y de su propia incompetencia.

La última batalla del consejero para salvar la VIU (las siglas en inglés de la universidad con las que la bautizó el Consell) se libró el 20 de marzo ante el Consejo de Coordinación Universitaria, el mismo órgano que ayer le dio el visto bueno. Nieto, que entonces todavía estaba a tiempo de intentar que el proyecto llegara a las Cortes antes de su disolución, sólo necesitaba entregar un informe en el que se explicara el impacto del nuevo centro en el sistema universitario valenciano. El equipo del consejero, sin embargo, sólo presentó un folio y medio de abundante retórica. Eso permitió a los rectores de toda España que asistían a la reunión ofrecer resistencia: consiguieron que el Consejo aplazara la emisión del dictamen agotando el plazo para su creación en el Parlamento autonómico.

Lo más dramático para Nieto es que no necesitaba un informe favorable. Necesitaba un informe, del signo que fuera, para superar un trámite preceptivo pero no vinculante para la Generalitat, que ostenta la competencia en la materia.

A la vista del informe del Consejo se entiende mejor la correosa oposición de los rectores a la VIU: "Todas las enseñanzas previstas", excepto dos, "se imparten en alguna (o varias) de las universidades públicas de la comunidad autónoma". Experiencias anteriores, prosigue, demuestran que por virtuales que sean esas universidades captan la mayoría de alumnos en su territorio: la Universitat Oberta de Catalunya, el 74%. Es decir, competencia directa con un centro semiprivado que ofrecerá titulaciones como Derecho y Turismo. Unas carreras en las que los campus públicos han visto hundirse la demanda de alumnos en un 26% y un 39% respectivamente en seis años.