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Reportaje:AULAS

Inquietud ante las listas de admisión

El plazo de reclamaciones para la escolarización en Infantil y Primaria acaba el 23 de abril

La segunda etapa para la escolarización de los niños de tres a cinco años ha comenzado ya y, con ella, la angustia de los padres crece y se transforma en ansiedad. Para los familiares, la decisión sobre dónde estudiarán sus hijos en los próximos diez años es tan importante que, en ocasiones, no dudan en recurrir a las tretas que sean necesarias para conseguir inscribir a los pequeños en el centro de su elección.

El plazo para reclamar los resultados de los sorteos realizados en los centros escolares para solucionar la admisión de los niños para el próximo curso termina el próximo 23 de abril. La Junta publicará las listas definitivas el próximo 7 de mayo. A partir de entonces, los padres podrán realizar alegaciones ante la Delegación Provincial de Educación. Una vez ésta tome una resolución, los familiares sólo podrán intervenir por la vía judicial.

El periodo que se abre ahora es fundamental para muchos padres que no se conforman con la resolución realizada por la Consejería de Educación. La mayoría de los problemas surgen en centros públicos de zonas céntricas o en colegios concertados, que suelen recibir una media mayor de solicitudes que el resto de escuelas. El colegio concertado Buen Pastor es uno de los centros escolares que cada año recibe más reclamaciones, debido a que las plazas que ofrece para educación Infantil y Primaria nunca son suficientes para el número de demandas anuales.

Rocío Galván es abogada y una de las madres que lideran a parte del grupo de familias reclamantes de este colegio. Su hija entró con tres años en educación infantil, un periodo que está concertado en este centro, a excepción de una unidad, compuesta por niños de cinco años. "La Junta concierta paulatinamente las unidades que puede. En este centro, se ha concertado toda la educación infantil, menos una clase de cinco años. Mi hija ha estado aquí desde pequeña y, justo ahora que pasa a primaria, se le niega la continuidad", explica esta madre.

El problema radica en que la norma garantiza el paso inmediato y directo -sin sorteos- a primaria desde la educación infantil concertada, pero en caso de acceder desde una unidad no concertada, el nuevo decreto de 2007 establece el sometimiento a los criterios de selección marcados en el texto: puntos por cercanía (hasta 10 puntos), hermanos en el centro (seis puntos), discapacidad (dos puntos), pertenencia a familia monoparental (dos puntos), etcétera. Como en este centro uno de los cursos no es concertado, para los alumnos de esta clase no queda garantizado el paso a primaria en el mismo centro. En la misma situación que Rocío Galván están otros cinco padres del Buen Pastor. Además, otros 55 han quedado fuera de las listas provisionales de admisión para las 50 plazas que se ofertan de Infantil.

"Si la Junta no invierte para concertar este curso, estaremos siempre igual. Los hijos de muchos de estos padres tienen puntos por cercanía laboral y del domicilio y, sin embargo, no han conseguido plaza", añade esta madre. Para muchas de ellas, los criterios son injustos o, al menos, inducen al fraude. "Este año muchos matrimonios habrán optado por el divorcio rápido para conseguir puntos como familia monoparental, pues ya no dan nada por enfermedad crónica", opina otra madre afectada, que no quiere identificarse.

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Su opinión no es aislada. Juan Carlos Alférez es también padre de niños de este colegio y abogado. Como tal, cada año ayuda a los amigos que se encuentran con problemas para escolarizar a sus hijos en el centro. Ya ha conseguido varias sentencias favorables en el Buen Pastor. "Este año la moda está en convertirse en pareja monoparental para obtener puntos. De 50 plazas, al menos 25 tienen marcada la casilla de familia numerosa -en la que están integradas también las monoparentales-; creo que ha crecido bastante el número con respecto a otros años", comenta mientras analiza las listas de la escuela.

Este curso, Alférez defiende un caso que describe como "sangrante": "Se trata de un padre cuya hija de tres años está enferma del corazón y lleva ya más de quince horas de operaciones acumuladas. El padre, además tiene diez puntos por cercanía. Si obtuviera dos más, la niña entraba seguro", explica el abogado. La Junta no ha dado los puntos a la pequeña porque, según aclara Alférez, el padre no ha conseguido entregar a tiempo los documentos oficiales que acreditan su enfermedad. "Existen sentencias previas que demuestran que se pueda entregar cualquier modo de prueba admisible en Derecho para probar la enfermedad. Es un caso injusto y lo ganaremos", asegura.

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