_
_
_
_
MI AVENTURA | EL VIAJERO HABITUAL
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Al abrigo de Bilbao

AL BAJAR del avión que nos conduce a Bilbao nos recibe la característica que dominará nuestra estancia de cuatro días en la ciudad vasca: el diseño. Bajo este denominador común, la arquitectura de la urbe, desde el aeropuerto (obra de Santiago Calatrava) hasta el corazón de la ría bilbaína, con el Guggenheim como ojo que todo lo ve (del arquitecto Frank Gehry), se ve sometida a una renovación espectacular que nos impresionó de forma tan grata los cuatro días.

Como si de una película futurista se tratase, mientras paseamos por las calles, el tranvía nos acompaña con su silencioso transcurrir de idas y venidas. El silencio es otro de los rasgos característicos de esta urbe. Está interrelacionado con el carácter bilbaíno, que apenas quiebra la algarabía de las tascas del casco viejo con sus típicos pinchos de tortilla, o sus no tan típicos pinchos, como los diseñados por la excelente taberna Bilbao, situada junto a la plaza Nueva.

En esta pequeña pero gran ciudad, gusta abrigarse. Gusta introducirse en los cafés señoriales que hay junto a la Gran Vía. Apetece detenerse y disfrutar de ese tiempo que parece haberse congelado. Porque aquí no hay bullicio ni velocidad. Tan sólo velocidad en el metro, claro y limpio, proyectado por Norman Foster y que puede conducir al viajero hasta Portugalete, donde se puede caminar sobre el gigantesco puente colgante (puente de Vizcaya), de 45 metros de alto y 160 de largo, designado patrimonio de la humanidad por la Unesco. La modernidad se mastica en la ciudad, y en cualquier rincón te encuentras con una escultura de Chillida, Oteiza, o el gran perro floreado del artista Jeff Koons que despide al visitante.

El autor de la carta, con el Museo Guggenheim, del arquitecto Frank Gehry, al fondo.
El autor de la carta, con el Museo Guggenheim, del arquitecto Frank Gehry, al fondo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_