La Brigada de Salvamento Minero intenta sofocar el fuego
El fuego, cuya causa todavía se investiga, se declaró en la estación de extracción del pozo María Luisa, a 550 metros de profundidad. En esta zona se concentra tanto el carbón producido en este pozo como en el cercano de Sotón, y desde esta área, el mineral se saca a la superficie mediante cintas transportadoras hasta el lavadero de carbón. Fue por esta zona por donde emanó la nube contaminante.
En principio, se barajaron las hipótesis de un cortocircuito o una chispa procedente de la cinta transportadora como posibles causas del siniestro, pero la compañía no lo ha confirmado, a la espera de que concluya la investigación.
De momento, todos los esfuerzos se dedican a intentar sofocar el fuego y, en su caso, a aislarlo. La tarea no es fácil. La Brigada de Salvamento Minero, una unidad especial integrada por mineros voluntarios con alta formación en intervenciones de riesgo, trabaja en las peores condiciones: a más de medio kilómetro de profundidad, con altas temperaturas, con una zona con combustible cerca y en un entorno de gran complejidad.
El fuego está lejos de ser sofocado. En el lugar donde está el foco del incendio no hay arranque de carbón, pero sí mineral ya extraído de las vetas y que aguarda su traslado al exterior. El riesgo de que la combustión se extienda existe. De no ser sofocado, la opción más común es tapiar la zona siniestrada para bloquear el fuego y limitarse a esperar a que éste se extinga una vez que desaparezca por combustión el oxígeno. Pero Hunosa ya anunció ayer que inundará con agua la zona del fuego.
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