Bloqueo en las negociaciones sobre el futuro de la minería

Son víctimas directas del reforzamiento de las políticas medioambientales para combatir el calentamiento del planeta: medio millar de trabajadores de las empresas auxiliares que subcontratan Endesa y Unión Fenosa para explotar sus minas de As Pontes y Cerceda se quedarán sin trabajo cuando cierren, el 31 de diciembre, ambas explotaciones de un mineral declarado demasiado contaminante. Ayer, en medio de 48 horas de paro total, convocado por la CIG, recorrieron las calles de A Coruña para reclamar del delegado del Gobierno en Galicia gestiones y ayuda ante su inminente despido.

La mayoría de los empleados de la minería auxiliar en Galicia rebasó los 50 años de edad y sólo reclama que el Ejecutivo fuerce a ambas eléctricas, tras los cuantiosos beneficios que obtuvieron con la extracción durante décadas de lignito para alimentar sus centrales de ambas localidades coruñesas, a que les garanticen una prejubilación en igualdad de condiciones a las de sus 260 compañeros en nómina en estas dos minas.

El delegado del Gobierno, Manuel Ameijeiras, prometió ayer a los representantes de este colectivo continuar con sus gestiones ante el Ministerio de Industria, aunque admitió que en estos momentos están paralizadas las negociaciones en el seno de la mesa de seguimiento del Plan Miner, que determina las condiciones de cierre de este tipo de minas.

Los trabajadores de las empresas subcontratadas en As Pontes y Cerceda continuarán con su calendario de huelgas la próxima semana, con tres jornadas consecutivas de paro que se iniciarán el próximo martes, día 17. El mayor problema está en la postura de la compañía Unión Fenosa, que se niega en redondo a negociar el futuro de los 200 trabajadores de las empresas auxiliares de su mina de Meirama, en Cerceda. En nómina, la compañía eléctrica sólo tiene 60 empleados.