El ciclo donostiarra Nosferatu se acerca con once películas al emergente cine de Corea del Sur
El realizador Bong Joo-ho abre esta tarde las proyecciones con 'Barking dogs never bite'
El cine de Corea del Sur ha pasado en los últimos años de ser prácticamente desconocido fuera de sus fronteras a tener una presencia indiscutible en festivales internacionales, según subraya el escritor y periodista cinematográfico Roberto Cueto. A partir de hoy y hasta finales del próximo junio, el ciclo donostiarra Nosferatu proyectará once películas producidas en este país asiático, que permitirán al público acercarse a esta emergente filmografía. Las proyecciones arrancarán esta tarde (20.15) en el Teatro Principal con la primera película del realizador Bong Joo-ho, Barking dogs never bite (2000).
Cueto sostiene que "uno de los acontecimientos más llamativos del universo cinematográfico actual ha sido la repentina y asombrosa pujanza que el cine producido en Corea del Sur está teniendo entre espectadores de todo el mundo". Difícil de catalogar y etiquetar, es "una realidad compleja y multicultural", en la que conviven "arriesgadas obras de autor con caros blockbusters que revientan las taquillas", añade el escritor y periodista cinematográfico madrileño.
Las reflexiones políticas, los análisis de la nueva sociedad coreana y los traumas nacionales son muchas veces el trasfondo de todo tipo de películas, en las que tampoco faltan la pericia técnica, el compromiso intelectual, la búsqueda de nuevas soluciones narrativas y visuales o el concepto de un verdadero cine de entretenimiento, según detalla Cueto. Él, junto al crítico de cine Juan Zapater, coordina la revista que Nosferatu publicará en mayo, en castellano e inglés, sobre la "emergente, viva e interesante" cinematografía de Corea del Sur.
El ciclo de Donostia Kultura propone desde esta tarde un recorrido por algunas de "las más sugestivas aportaciones" de la última generación de cine producido en este país asiático. Las proyecciones comenzarán con Bong Joon-ho, director de Memories of murder: Crónica de un asesino en serie (2003) y The host (2006), el mayor éxito del cine surcoreano de los últimos tiempos. En este caso, se visionará su primera película, Barking dogs never bite (2000), un híbrido de melodrama surrealista y comedia hierática que se presentó en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
Joon-ho es ya un cineasta recoconido en todo el mundo, igual que el siguiente protagonista del ciclo: Lee Chang-dong. El próximo 18 de abril se podrá ver su filme Peppermint Candy (2000), en el que recorre las dos anteriores y convulsas décadas de la historia de Corea del Sur.
Pero Nosferatu también ha elegido trabajos de nuevos realizadores, como Lee Yoon-ki. El 6 de junio se proyectará su "delicada" ópera prima, This charming girl. El director se detiene en la monótona y apacible vida de una trabajadora de correos, cuya calma se ve turbada cuando aparece un aspirante a escritor que se interesa por ella.
La selección incluye cintas tan arriesgadas como el thriller político The president' s last bang (2005), de Im Sang-soo, centrada en la dictadura de Park Chung-hee, desde el golpe militar de 1961 hasta su asesinato en 1979. Se pasará el 20 de junio. No falta una relectura de un género clásico como el cine negro, representada por A bittersweet life (2005), de Kim Jee-woon, que se proyectará el 13 de junio.
Completan la lista Virgin stripped bare by her bachelors, de Hong Sang-soo; Adress unknown, de Kim Ki-duk; Sympathy for mr. Vengeance, de Park Chan-wook; Repatriation, de Kim Dong-won; Untold Scandal, de E. J-yong, y The king and the clown, de Lee Junk-ik.
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