4.000 vecinos de Bornos se quedan sin agua por la rotura del depósito

La mitad de los vecinos de Bornos (Cádiz, 8.140 habitantes) permanecieron todo el viernes y parte del sábado sin suministro de agua después de que el depósito que abastece a gran parte del municipio reventara en plena noche. La corriente causó daños en vehículos y mobiliario urbano, llegó a romper puertas de garaje y a inundar dos viviendas, aunque no hubo ninguna víctima. El Ayuntamiento de Bornos (PP) ha abierto un expediente informativo a la empresa concesionaria, Hidrogestión, que había emitido en enero un informe técnico que descartaba riesgo de derrumbe en la estructura.

El depósito reventó a las 0.30 del viernes. Se trata de una instalación con capacidad para 285 metros cúbicos, aunque, en ese momento, sólo estaban cubiertos 130. El agua se vertió como un torrente por toda la calle, en pendiente, con lo que arrastró todo lo que encontró por delante, incluido un burro que permanecía atado a una higuera. Se trata de una zona a las afueras del pueblo, aunque muy transitada de día. A la hora del derrumbe no había nadie paseando cerca.

En el depósito habían aparecido grietas hace meses. El Ayuntamiento, después de denuncias políticas y vecinales que alertaban de salideros de agua que producían un alto despilfarro de agua, solicitó a la empresa concesionaria un informe que certificase la seguridad de la instalación. El 24 de enero Hidrogestión remitió al Consistorio un documento en el que garantizaba que no existía peligro en la estructura.

El alcalde de Bornos, Fernando García, anunció ayer que pedirá responsabilidades a la empresa. "Lo que no puede ser es que nos entreguen un informe técnico que, en cierto modo, nos tranquilizó y después ocurra esto. Hemos abierto un expediente informativo", explicó.

Incomodidades

El desplome provocó que gran parte del pueblo se quedara sin suministro. Al ser día festivo, apenas había lugares donde comprar agua para el consumo, lo que incrementó las incomodidades del corte. El agua no pudo volver hasta las dos de la madrugada de ayer, cuando se pudo poner en marcha un segundo depósito, con capacidad para 3.000 metros cúbicos, que ha construido la Diputación.

"El nuevo depósito debía haber estado listo en mayo de 2005. Llevaba tiempo lleno de agua pero no tenía todos los permisos", lamentó el primer edil, quien se quejó de que haya habido que esperar hasta este suceso para que los trámites burocráticos se aceleraran para poner en marcha la nueva instalación. Un inspector de Sanidad comprobó la salubridad del nuevo depósito y autorizó su funcionamiento, lo que posibilitó el restablecimiento de la conexión horas después. La Policía Local elabora un inventario con los daños. La compañía de seguros de la concesionaria será la que abone las correspondientes indemnizaciones a los vecinos, según adelantó el alcalde.