Conthe echa un pulso al Gobierno y al Parlamento y se niega a dimitir

El todavía presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Manuel Conthe, insistió ayer en comparecer ante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados antes de presentar la dimisión de su cargo. El presidente de dicha comisión, Antonio Gutiérrez, se remitió a su respuesta a la primera carta de Conthe, en la que decía que no había lugar a su presencia en el Parlamento y que debe dirigirse al Gobierno, que es el que le nombró. El PP se ha alineado con Conthe y, por medio de una carta de Eduardo Zaplana, pide que comparezca, mientras el Gobierno intenta forzar la dimisión.

El ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, reconoció a alguno de sus más allegados que Manuel Conthe, que había sido colaborador suyo en la anterior etapa en el Gobierno, le metería en algún lío cuando éste fue nombrado presidente de la CNMV a propuesta suya. Lo que seguramente no se imaginaba es que los líos se iban a encadenar y que se llegaría a la situación actual. El caso es que el vicepresidente se tiene que enfrentar a la obligación de pedir a Conthe que dimita de forma inmediata sin esperar a intervenir en el Parlamento como quiere.

El presidente de la CNMV, en una carta enviada el pasado día 2 de abril, pidió al presidente de la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso, Antonio Gutiérrez, que le convocara "inmediatamente" para "presentar mi dimisión y explicar sus motivos". Al día siguiente, Gutiérrez le contestó que el Congreso "no puede ni debe sancionar responsabilidades que nunca ha otorgado ni son de su competencia asignarlas". "Si usted desea dimitir deberá hacerlo ante quien le nombró", añade. Gutiérrez le hace saber, además, que acceder a su solicitud supondría "conculcar la Ley del Mercado de Valores", por suplantar el ámbito jurisdiccional ante el que debe hacerlo, el Ministerio de Economía.

Ante esa negativa, Conthe volvió ayer a la carga. En otra carta enviada a Gutiérrez, tras imputarse el malentendido sobre la instancia en la que debe presentar su dimisión, vuelve a pedir comparecer en el Parlamento para "acto seguido -y sólo entonces- cursar por conducto oficial mi carta de dimisión al vicepresidente segundo del Gobierno". En esta segunda misiva es más explícito e incisivo que en la anterior: "Explicaría las razones de la posterior dimisión, pero haría reflexiones más generales sobre posibles mejoras pendientes en el mercado español de valores, muchas de las cuales tenía intención de hacer al presentar el informe anual de la CNMV correspondiente a 2006".

La conducta de la oposición

Conthe va más allá, provocando la atención del PP: "Es políticamente comprensible que la conducta del principal partido de la oposición (...) haga reticente al partido del Gobierno a aceptar una comparecencia en la que el interviniente hablará con prudencia pero libertad, con las únicas limitaciones que derivan del deber de secreto y de su deseo de que sus palabras sean su último acto de servicio, no una oportunidad para que desahogue sus humores por justificados que sean". Según Conthe, hay argumentos suficientes para que se le escuche.

Toda una declaración de principios que incide, por contraposición, en la consecuencia inmediata de su petición, la reacción del PP. De hecho, el propio portavoz parlamentario del grupo de la derecha, Eduardo Zaplana, cogió inmediatamente el reclamo que le ponía Conthe en bandeja y el martes pidió una convocatoria urgente de la Mesa y Portavoces del Congreso con objeto de fijar una reunión de la citada Comisión con el único punto del día de la comparecencia del presidente de la CNMV. "¿Quién le iba a decir al PP que iba a encontrar en Conthe, al que tanto acusaron de falta de independencia, un aliado para armar bronca política?", se pregunta irónicamente un diputado socialista.

"Chantaje inasumible"

Conthe, sin embargo, se ha encontrado en Gutiérrez un hueso duro de roer. El ex secretario general de CC OO, que como ocurrió en la primera carta supo de la existencia de la segunda misiva de Conthe por la prensa antes de que le llegara personalmente, no tiene esta vez intención de contestar remitiéndose a lo que ya le respondió a la primera. Entre otras cosas, porque considera que "es un chantaje inasumible" y porque no quiere "sentar un precedente estrafalario ni crear confusión". Gutiérrez ya tuvo que rechazar otra petición excepcional de Conthe, que le solicitó una reunión con presencia de su abogado y de notario.

En el caso de la solicitud de Zaplana, Gutiérrez también se remite a la respuesta dada a Conthe. Además, le recuerda que la Comisión se reunirá el 17 de abril y en ella podrán examinarse las iniciativas que sean oportunas. Ese día, por otra parte, está prevista la comparecencia cuatrimestral de Pedro Solbes para que dé cuenta de la actividad de su departamento. La presencia del vicepresidente segundo será aprovechada, sin duda, por el PP para convertirla la comparecencia en un pimpampum monográfico sobre la dimisión de Conthe.

Para esas fechas, el Ejecutivo espera haber resuelto este conflicto. Conthe se mantiene en sus trece de no dimitir antes de hablar en el Parlamento; pero, al mismo tiempo, la Comisión de Economía no tiene previsto convocarle a no ser que el PP logre el apoyo de los representantes de Esquerra, Convergencia y PNV más Coalición Canaria o IU, lo que se antoja bastante complicado.

El Gobierno pretende por todos los medios que Conthe acepte presentar la dimisión. Solbes se tendrá que remangar. Aunque ya ha hablado con Conthe en varias ocasiones, tenía previsto una reunión inmediata con él. Si no le convence, el Gobierno tendrá que recurrir a algún instrumento legal. Según el artículo 20 de la Ley del Mercado de Valores, no puede ser destituido si no hay razones graves o ha incumplido sus funciones. Algunas fuentes sostienen que se le podía aplicar esta última circunstancia precisamente por sus últimas actuaciones.