Covap abre varios frentes para mejorar su comercialización
La Cooperativa Ganadera del Valle de los Pedroches (Covap) vive momentos de cambio. Este gigante andaluz del sector agroganadero tiene abiertos varios frentes destinados a mejorar la comercialización de sus leches, carnes, derivados y piensos.
El proyecto más importante que ya está en macha y que asentará a la cooperativa en el mercado de los lácteos es Lactiber. Covap y la cooperativa vasca Iparlat se han unido para crear una nueva empresa. Según las estimaciones que esta semana ha hecho públicas Tomás Aránguez, presidente de Covap, en tres años, Lactiber se convertirá en la empresa líder de producción de leche en España. En total, esta nueva firma pondrá en el mercado nacional uno de cada tres litros de leche que se consuman.
Una de las primeras iniciativas que están llevando a cabo Iparlat y Covap es la construcción de una nueva planta para la recogida y comercialización de leche en la provincia gallega de Lugo. La inversión inicial del nuevo grupo se estima que se situará en torno a los 14 millones de euros para una producción de entre 60 y 80 millones de litros. Además, han dejado la puerta abierta a que otras empresas, fundamentalmente gallegas, puedan entrar a formar parte también de Lactiber.
Por otro lado, y dentro de Andalucía, Covap está estrechando sus relaciones con Hojiblanca, otra de las grandes cooperativas de la región dedicada al sector del aceite. Al principio, se planteo la posibilidad de una fusión entre las dos empresas, a las que se añadiría Agrosevilla.
Fusión inviable
Pero, de momento, esta unión parece inviable debido a problemas legales. Covap es una cooperativa de primer grado y Hojiblanca lo es de segundo, por lo que la ley impide su fusión. Ambas empresas continúan estudiando las fórmulas alternativas que pueden poner en marcha, sobre todo, enfocadas a la comercialización conjunta de sus productos.
Además, la intención de la directiva de Covap es volver a plantear al consejo rector un cambio societario a lo largo de este año. En noviembre de 2006, los socios de la cooperativa rechazaron la conversión de parte de la empresa en sociedad anónima. Se necesitaba un 60% de apoyo de los delegados de los 15.000 socios. Sin embargo, sólo se alcanzó el 55,5%.
La propuesta planteada por los directivos consistía en convertir en sociedad anónima parte de la cooperativa, en concreto, la dedicada a la transformación y la comercialización. Los responsables consideran que es la única forma de seguir creciendo.
Detrás de esta conversión está un problema que sufren algunas empresas de este tipo cuando alcanzan un volumen considerable. En ese momento, surgen las dudas sobre si todos los socios, independientemente de lo que aporten, deben tener la misma voz en las decisiones de futuro.