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Reportaje:

En busca de la tumba del último inca

Una historiadora española asegura haber encontrado la cripta de Paullu

En una modesta iglesia del barrio de San Cristóbal, al pie de las monumentales ruinas de la fortaleza de Sacsayhuamán, cerca al Cusco (Perú), yacen los restos del último inca que llegó a gobernar. La tumba intacta de Paullu Topa Yupanqui Inca, encontrada a finales de marzo pero que será abierta dentro de dos semanas, significará un hallazgo sin precedentes, ya que no se conservan restos de ninguno de sus antecesores. Los incas embalsamaban a sus muertos y los primeros conquistadores, llegados en 1532, hallaron las momias de los incas en el principal templo del Cusco, los despojaron de sus joyas y terminaron quemándolas en aras de la "extirpación de idolatrías".

Pasó a la historia como un gobernante títere, pero fue un pacifista moderno, según los documentos

Pero hasta ahora nadie se acordó de Paullu Inca, hijo de Huayna Cápac, hermano de Atahualpa, Huáscar y Manco Inca, muerto en 1548. Tal vez porque lo protegió su propia leyenda negra. Pasó a la historia como un traidor, un colaboracionista, un gobernante títere de los conquistadores españoles en la capital del imperio de los incas. Pero Paullu Inca fue, según la historiadora española Mari Carmen Martín Rubio, un pacifista, un gobernante moderno, inteligente y con visión de futuro. Llegó a estas conclusiones tras consultar múltiples referencias de los cronistas de la época. Al final dio con el testamento de su nieto, Carlos Melchor Inca, que murió en El Escorial pero que dejó escrito que quería que sus restos reposaran junto a los de su abuelo en la iglesia de San Cristóbal, lugar donde Paullu construyó una ermita al lado del palacio de Qolcampata, heredado de Huáscar. Ahí creó una escuela para que los cusqueños no olvidaran los conocimientos de sus antepasados.

Paullu aprendió español, a leer y a escribir, a montar a caballo. Vestía ocasionalmente ropajes españoles y se hizo bautizar como Cristóbal en 1543. "Los documentos dejan traslucir que Paullu mantuvo sus prácticas de la religión inca junto a las cristianas. También que ayudó a su hermano Manco Inca, que lideró la rebelión contra los españoles y a su sobrino Sayri Túpac, también luchador en el exilio", explica la autora del hallazgo. "Lo que más me interesa es reivindicar su figura como nexo entre dos culturas".

Hace 10 días un ingeniero geofísico francés realizó con unos sofisticados equipos una especie de ecografía del sitio detectando cuatro importantes anomalías en el suelo, las correspondientes a las criptas. Tanto el párroco de la iglesia como los dirigentes locales están encantados con la noticia. La prensa peruana ha dado gran cobertura al descubrimiento. "Como es una iglesia pobre, el que se encuentre ahí la única tumba que se conserva de un inca les hace sentir orgullosos, además de los beneficios que el turismo le pueda reportar en el futuro", dice la historiadora.

Tanto ella como los científicos que han colaborado hasta ahora lo han hecho por amor al arte. Ahora que las autoridades eclesiásticas y estatales les han dado el permiso para excavar, esperan encontrar apoyo económico para el proyecto. "Sólo voy a tocar la momia para extraer una muestra de ADN, que me servirá para confirmar su identidad", dice Martín Rubio, que espera que en el futuro se pueda levantar un museo de sitio y un mausoleo.

Si el llamado señor de Sipán, encontrado en 1987 en una fastuosa tumba, rodeado de sus esposas y un séquito, con sus joyas y pertenencias, se ha convertido en un tesoro arqueológico, es muy probable que la tumba del último inca reinante no decepcione. En todo caso, los chamanes vecinos ya están celebrando sus rituales pidiendo permiso, antes que el rey de los incas vuelva a ser tocado por el sol.

Un hombre disfrazado de inca, ante la fortaleza de Sacsayhuamán
Un hombre disfrazado de inca, ante la fortaleza de SacsayhuamánMORGANA VARGAS LLOSA

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