Bruselas afirma que la visita no contradice la postura de la UE

El viaje y las gestiones que el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, está realizando en Cuba, "no contradicen la posición común de la Unión Europea", según manifestó ayer la Comisión Europea. Amadeu Altafaj, portavoz de Desarrollo y Ayuda Humanitaria del Ejecutivo comunitario, precisó que "la Comisión no critica el viaje de Moratinos", y apoya "cualquier iniciativa que permita alcanzar la posición común de la UE sobre Cuba".

La posición común acordada en 1996 pretende "fomentar el proceso de transición hacia una democracia pluralista, respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales y recuperación sostenida y mejora de los niveles de vida del pueblo cubano", según acordó el consejo de la UE.

En enero de 2005, a iniciativa del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, la UE suspendió las sanciones diplomáticas adoptadas contra el Gobierno de Fidel Castro dos años antes, promovidas por el Gobierno de José María Aznar para mostrar el rechazo europeo a las condenas de 75 disidentes. Las sanciones implicaban una reducción de las visitas a alto nivel. En las conclusiones del Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores (CAGRE), de enero de 2005, se acordó que en las próximas visitas "se debería plantear la situación de los derechos humanos y la posición de los disidentes ante el Gobierno cubano y la sociedad civil. Reuniones con la oposición pacífica deberían formar parte de estos encuentros".

Contactos bilaterales

Altafaj recordó ayer que aunque no eran frecuentes las visitas de titulares de Exteriores de los Estados miembros, diversos ministros europeos habían visitado Cuba desde 1996. "La Comisión", añadió, "espera con atención el resultado de las gestiones de Moratinos en la isla". Louis Michel, comisario de Desarrollo y Ayuda Humanitaria de la UE, visitó Cuba en 2005. Antes, como ministro de Exteriores de Bélgica, también se había desplazado a la isla.

Paralelamente, Alemania, que ostenta la presidencia de turno de la Unión, ha iniciado los contactos bilaterales con los Estados miembros para renovar la postura de la UE en junio. A estas reuniones asiste siempre un representante de la Comisión. Antes, el asunto se analizará en el CAGRE del próximo mes de mayo en Bruselas. En el seno de la UE las posiciones están muy enfrentadas entre los partidarios del diálogo con todas las fuerzas políticas, incluidas las autoridades, y los que proponen endurecer las relaciones con algún tipo de sanciones.

España, Italia, Francia y la Comisión Europea encabezan el grupo de Estados partidarios de intensificar los contactos con todas las partes para propiciar una transición pacífica hacia una democracia pluralista. Polonia, la República Checa y los Estados del Este, que estuvieron hasta hace poco bajo la órbita de la antigua Unión Soviética, se muestran más escépticos con la política de diálogo, al considerar que hasta el momento ha obtenido pocos resultados.