Irán y Londres entablan negociaciones directas sobre la suerte de los marinos
Un enviado del Gobierno británico viajará a Teherán para lograr la liberación de los rehenes
El Gobierno británico mantiene una "comunicación bilateral directa" con Irán para lograr la liberación de los 15 marineros apresados, según declaró ayer el secretario de Defensa, Des Brown. Londres estudia enviar a Teherán un alto mando para buscar una salida, que desde luego excluye el reconocimiento de que su Armada haya violado las aguas territoriales de Irán, tal y como pretende el régimen de los ayatolás. Las autoridades iraníes aseguran que la vía diplomática nunca se ha cerrado, pero reiteran que el Reino Unido debe "cambiar de actitud".
El Gobierno británico hace oídos sordos a los insultos del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, mientras mantiene "una comunicación bilateral directa" con Irán. "Estamos deseando que este asunto se resuelva lo más rápidamente posible y por las vías diplomáticas, y a ello dedicamos todos nuestros esfuerzos", declaró ayer Des Brown a la cadena BBC. "No tengo intención de entrar en los detalles de ese tira y afloja, pero estamos en comunicación directa con los iraníes".
En los últimos días, Irán y Reino Unido habían intercambiado notas diplomáticas, cuyo contenido se desconoce. Ahora el Gobierno británico está dispuesto a enviar a Teherán un alto mando para garantizar que los buques de su Armada nunca entrarán en aguas iraníes sin autorización. "No presentamos disculpas ni reconocemos haber violado sus aguas, pero puede ser una vía de solución de la crisis", declaraba un oficial al diario The Sunday Telegraph.
Otro dominical, The Sunday Times, revelaba ayer, a partir de fuentes militares iraníes, la existencia de diferencias entre los altos mandos de los Guardianes de la Revolución sobre el destino de los marinos apresados el 23 de marzo. Mientras el general Yahya Rahim Salba abogó por su liberación para aliviar las tensiones en el Golfo, Yadollah Javani, jefe del buró político de ese cuerpo de élite responsable de la captura, le acusó de debilidad y pidió el procesamiento de los militares británicos.
"Irán nunca ha querido cerrar la vía diplomática", declaró ayer un alto cargo del régimen a la agencia France Presse. "Los contactos nunca se han interrumpido". Aunque sin resultados visibles hasta ahora, el canal diplomático entre Londres y Teherán continúa abierto. Algunos analistas tratan de ver un signo de esperanza en el hecho de que el presidente Mahmud Ahmadineyad no haya abrazado la postura de los más radicales pidiendo un juicio para los marinos. No obstante, los mensajes emitidos siguen siendo de firmeza. Ahmadineyad repitió ayer que "el pueblo iraní tendrá pronto noticias sobre los avances del programa nuclear". Su ministro de Exteriores, Manucher Mottaki, dijo que "Irán espera un cambio de actitud del Reino Unido". Y la agencia oficial de noticias, Irna, informó del envío de una nota de protesta a la Embajada británica por el ataque (desmentido por Londres) de sus tropas en Irak al consulado iraní en Basora.
Anoche, la televisión iraní Al Alam emitió nuevas imágenes de dos de los 15 marinos británicos. De uniforme, con aspecto aseado y tranquilos, los dos infantes de marina aparecieron ante un mapa a gran escala de la desembocadura del Chatt el Arab en el golfo Pérsico y con un bolígrafo señalaron un punto rojo, presumiblemente el lugar donde fueron detenidos. No se oye su voz. La locutora asegura que "han dicho que su grupo entró en el sector iraní procedente de Irak y que están siendo tratados de forma humana".
Irán no está dispuesto a dar ni un paso atrás. Pero el precio puede ser muy alto. La toma de la Embajada de EE UU en 1979 todavía colea en forma de sanciones y fricción política con Washington. La fetua contra Salman Rushdie en 1989 dañó las relaciones con el Reino Unido (y con toda la UE) durante casi una década. Ya empiezan a escucharse dentro del sistema voces críticas con una acción que, sea cual sea el resultado, puede dañar la imagen de Irán.
"Confío en que el incidente se resuelva de forma pacífica en lugar de enfrentarnos a un nuevo desastre no sólo para las relaciones irano-británicas, sino para Irán en el contexto internacional", ha dicho el ex presidente Mohamed Jatamí, cuyas posiciones políticas moderadas respaldan muchos iraníes.
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