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Tribuna:La situación de Cercanías
Tribuna
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Un transporte público con futuro

Ante las incidencias que se han producido en los últimos meses en los servicios ferroviarios en Cataluña, la primera reacción de las empresas públicas Renfe Operadora y Adif -ambas bajo la tutela del Ministerio de Fomento- ha sido pedir disculpas a los usuarios afectados y, simultáneamente, poner en marcha las medidas para evitar su repetición o minimizar sus efectos. Esto es lo que el pasado miércoles hizo la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, en su comparecencia ante el Congreso de los Diputados, en la que, además, analizó las causas directas de las incidencias acaecidas, los motivos de fondo que las han originado -con especial énfasis en los insuficientes recursos destinados en el pasado al mantenimiento de la infraestructura y a la renovación del material móvil-, las medidas inmediatas adoptadas y las actuaciones previstas a corto y medio plazo para conseguir un servicio ferroviario de Cercanías con una calidad adecuada.

Quisiera destacar aquí, en la misma línea, unos puntos fuertes de la red ferroviaria metropolitana, de su gestión y de las actuaciones previstas, que permiten prever con un razonable optimismo el futuro de la red de Cercanías y, por extensión, del trasporte público metropolitano.

Entre ellos, resalto la magnífica implantación territorial de la red de Cercanías. Las líneas de la costa y del interior, que confluyen en Barcelona y tienen sus extremos en Sant Vicenç de Calders y Maçanet-Massanes (el ocho catalán), más las líneas a Manresa y a Vic, y la que recorre recientemente la depresión prelitoral, estructuran perfectamente el territorio metropolitano, hasta el punto que la población de los municipios servidos por la red de Cercanías asciende a 4,3 millones (2006), frente a los 4,8 del conjunto de las siete comarcas de la región metropolitana de Barcelona. Esta red asegura la conexión de todas las ciudades de la segunda corona, el llamado Arco Metropolitano, con la aglomeración central.

Un segundo elemento destacable es la completa integración tarifaria de la red de Cercanías de Renfe Operadora con el resto del sistema metropolitano de transporte público colectivo. La conexión con las líneas gestionadas por TMB y por FGC, con los autobuses urbanos y metropolitanos y el tranvía, definen un sistema con una total capacidad de intermodalidad.

El tercer rasgo definitorio del servicio de Cercanías es el de estar gestionado desde la proximidad, con un equipo profesional radicado en Barcelona, pero implantado en todo el territorio a través de 107 estaciones y 447 kilómetros de líneas, que tiene mucha experiencia y dedicación.

La confluencia de estos puntos fuertes, junto con la elevada dinámica inmigratoria, ha llevado a una demanda creciente, que ha pasado de los 70 millones de viajeros en el año en 1990, a 122 millones en 2006. Este morir de éxito ha sido uno de los elementos que ha desencadenado una decreciente calidad del servicio, al no venir compensada la mayor demanda por un incremento paralelo del material móvil, que ha permanecido igual hasta hace poco, en 155 trenes. Si a esto añadimos el grado insuficiente de mantenimiento de la infraestructura, por escasez de los recursos dedicados, y la coincidencia del nuevo corredor de la alta velocidad con el acceso sur a Sants de las líneas C-2, C-4 y C-10 de Cercanías, nos lleva a un escenario con gran probabilidad de incidencias.

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¿Qué se ha hecho ante esta situación? Como enunció la ministra el 15 de noviembre pasado, estamos aplicando un programa de actuaciones urgentes en distintos ámbitos:

- Intensificación de las tareas de mantenimiento de las infraestructuras y los trenes, con incremento de los recursos humanos dedicados, y con auscultación completa de todos los carriles y de la catenaria, así como revisión de las subestaciones. Esto se traducirá antes de final de mayo en una situación de vía y de catenaria con una reducción significativa de la posibilidad de fallo.

- Protección de todo el cableado cercano a las obras de la línea de alta velocidad (LAV), y restricción de determinadas obras a los periodos con menor circulación de trenes. Se han reducido ya al mínimo las incidencias debidas a las obras de la LAV.

- Incorporación de nuevos trenes al parque de Cercanías de Barcelona. Antes de acabar el año llegaremos a los 196 trenes, frente a los 155 de 2004. Esta incorporación progresiva permite ir duplicando la capacidad de los trenes en las líneas C-1, C-2, C-4 y C-10 de Cercanías, hasta llegar a finales de 2007 con el 100% de trenes duplicados en hora punta, con lo que se consigue una mayor comodidad de los viajeros.

Esta perspectiva positiva se ve reforzada además por el compromiso de las Administraciones en la potenciación del transporte ferroviario, y más especialmente del de Cercanías. Así, en septiembre de 2006 se firmó un protocolo de colaboración entre el Ministerio de Fomento y la Generalitat para la mejora de las infraestructuras ferroviarias, en el que el ministerio se compromete a una serie de actuaciones en la red de Cercanías que suponen una inversión entre 2006 y 2012 de 1.588 millones de euros, y que incluye actuaciones tan relevantes como la nueva línea Castelldefels-Cornellà, los intercambiadores de La Torrassa, Martorell y Sagrera Meridiana, el ramal de Cercanías al aeropuerto y el desdoblamiento de la línea Montcada-Vic.

La ejecución de todas estas actuaciones, junto con el paso del AVE por el túnel entre Sants y La Sagrera -que liberará el túnel de la calle de Aragó de la circulación de la mayor parte de los trenes regionales y de todos los de larga distancia-, permitirá consolidar el papel decisivo de Cercanías -independientemente de cuál sea su Administración titular- en el sistema de transporte metropolitano, y recuperar la confianza de los ciudadanos en él. Con este objetivo trabajamos.

Jordi Prat Soler es delegado del Ministerio de Fomento para la coordinación de actuaciones ferroviarias en el ámbito metropolitano de Barcelona.

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