Zapatero: "El Gobierno se enfrenta a ETA, y el PP se enfrenta al Gobierno"

El presidente Rodríguez Zapatero rechazó ayer en Berlín que se esté desarrollando un clima de enfrentamiento entre españoles en torno a la política antiterrorista del Gobierno, sobre cuyo futuro dio poca luz amparándose en la "cautela" que requiere el asunto. No aclaró Zapatero si el Gobierno espera un nuevo comunicado de ETA ni si cree que Batasuna concurrirá a las elecciones del 27 de mayo. "Lo que ocurre es que el Gobierno se enfrenta a ETA y el PP se enfrenta al Gobierno", dijo sobre el problema de fondo. Sobre Batasuna, advirtió que la Ley de Partidos se aplicará "en su letra y su espíritu".

"No debo ni puedo ser explícito", respondió Zapatero en Berlín a la pregunta de si piensa el Ejecutivo que la publicación de una nueva declaración pública por la banda terrorista pueda ser inminente. La consideración que hizo a continuación sugiere, no obstante, que la expectativa existe e incluso que el comunicado tenga un contenido previsiblemente negativo.

"Sólo reiteraré dos cosas", dijo: "La primera es que el terror no tiene cabida alguna en un país democrático de la Europa democrática. Es una lacra, un recurso intolerable. La segunda es que el único fin del Gobierno es prevenir, combatir y terminar con el terrorismo". Es el tipo de declaración que el presidente hará, si, como ya ocurrió en diciembre pasado, ETA mantiene la violencia en apoyo de sus objetivos.

En cuanto a si Batasuna podrá o no concurrir finalmente a los comicios, comentó: "Ya dije que el Gobierno va a hacer que se cumpla escrupulosamente la ley y, siendo el garante de que eso va a ser así, no debe pronunciarse preventivamente. Vamos a garantizar que la ley se cumplirá en su letra y en su espíritu", dijo.

Tampoco consideró oportuno opinar sobre si a Batasuna se le exigirá, finalmente, un rechazo explícito de la violencia. "Una cosa es el proceso de inscripción, y está la jurisprudencia, la doctrina de la Ley de Partidos y el hecho de que no puede haber partidos que sean sucesión de una fuerza ilegalizada. Por tanto, hay un terreno de aplicación que debe tener límites interpretativos. No anticiparemos hipótesis. Veremos qué candidaturas se presentan. Creo que hay doctrina del Tribunal Constitucional que limita perfectamente todo. La Ley de Partidos sigue en vigor".

"En función de la ley"

"No debo decir", añadió, "si albergo la esperanza" de que el proceso concluya con la legalización de los radicales vascos, resultado que consideró deseable porque querría decir "que no habría ninguna fuerza política que no rechace la violencia". Y puso empeño en afirmar que la prisión atenuada del terrorista Iñaki de Juana Chaos o la retirada de la acusación por enaltecimiento del terrorismo contra el líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, no tienen relación con la tramitación de los planes electorales de la plataforma afín a ETA. "Las decisiones jurídicas nada tienen que ver con las expectativas. Se toman en función de la ley", dijo.

Insistió en la necesidad de que tanto el Gobierno como la oposición respeten las decisiones de los jueces, como una contribución fundamental a la separación de poderes que estructura el Estado de derecho. "Entiendo que es un error, y también para la oposición, entrar a suplantar el papel de jueces y fiscales", señaló.

El presidente del Gobierno, que compareció relajado y de buen humor a un desayuno con la prensa española antes de asistir a la conmemoración del 50º aniversario del Tratado de Roma, piedra fundacional de las comunidades europeas, comentó la situación política española en estos términos: "No hay un enfrentamiento entre españoles. Hay un partido que se enfrenta, lo que es distinto, por primera vez, en materia antiterrorista al Gobierno. El Gobierno se enfrenta a ETA y el PP se enfrenta al Gobierno", dijo, cargando sobre la oposición toda la responsabilidad del desencuentro. "Quien lleva cada semana el tema antiterrorista al Parlamento es el PP, no el Gobierno, y lo hace en un tono perfectamente reconocible por la ciudadanía. El Gobierno no se enfrenta al PP. Como mucho está obligado cada semana a explicarse, y es evidente que el tono de la explicación, cuando el de la crítica es alto, deviene intenso", afirmó también. "Estoy disponible a que se me recuerde una descalificación, un insulto. El Gobierno mantiene un discurso político sereno y razonable. Pero la oposición tiene otras opciones. Pensarán que les va a resultar rentable desde el punto de vista electoral, pero la última palabra la tienen los ciudadanos".