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El transporte en la región

Metro rehúsa facilitar las cifras de reclamaciones de los usuarios

Pilar Álvarez

En la taquilla de la estación de Manuel Becerra, Pilar, la empleada, no da abasto. Un billete, un bono, un mapa, una pregunta por una calle... A su derecha, un cuaderno de pastas duras, con los colores corporativos de Metro, rojo y azul. Libro de reclamaciones de Usuarios de Ferrocarril Metropolitano de Madrid. ¿Los viajeros se quejan mucho? "En diciembre y enero, con todo el follón de las averías, pusieron más reclamaciones, ahora la cosa está más tranquila". ¿Y qué ocurre con las quejas? "No sé, de vez en cuando pasan a por la libreta y se la llevan", añade.

La cifra oficial de reclamaciones es un misterio. Metro no facilita ese dato, reclamado en varias ocasiones por este periódico, ni el destino de las quejas. Tampoco lo aclaran desde la Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid. El secretario general de la Unión de Consumidores de la Comunidad de Madrid y consejero del Consorcio de Transportes, Eustaquio Jiménez, dice que en 2006 fueron "unas 300", pero tampoco lo sabe a ciencia cierta. Los sindicatos también han solicitado, sin éxito, cifras comparativas con otros años.

En 2005, el Consorcio recibió 468 reclamaciones de toda la red de transporte público, incluidos metros y autobuses, y 293 solicitudes de información. Un portavoz explicó el viernes que no podía acceder a las cifras correspondientes al año pasado por un fallo en un sistema informático.

El Consorcio responde a todas las quejas. Remite una carta al usuario que rellena el formulario de protesta.

Desde la Unión de Consumidores de España (UCE), Eustaquio Jiménez cuestiona la utilidad de ese sistema con un ejemplo. "Cuando Transportes contrató a los colocadores, puse una reclamación en Metro por ese asunto y protestando por una escalera estropeada en Avenida de América". La oficina de atención al usuario de Metro le respondió por escrito "agradeciendo mucho" su interés. "Mandas una queja y te responden dando las gracias. No parece muy serio, ¿no?", concluye.

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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