Geografía sonora del español
Argentina
El único rasgo distintivo del español de Argentina, en todo su territorio, es el voseo con sus correspondientes inflexiones verbales ("vos sabés"). No usamos vosotros sino ustedes. El yeísmo rehilado (yuvia) es sólo de Río de la Plata, no de otras regiones argentinas donde se usa la elle y en otras li ("liuvia"). El argentino habla un poco rápido y tiene un pequeño impulso que lo lleva a acentuar la última sílaba. Es firme la pervivencia de voces rurales y la difusión al interior del país de voces lunfardas, originadas en Buenos Aires y convertidas en argentinismos.
Pedro Luis Barcia, director de la Academia Argentina de Letras.
Bolivia
El castellano hablado en Bolivia se pronuncia por lo bajo, para dentro, y marca una elle un tanto estirada. Se prescinde totalmente del pronombre vosotros; predomina el seseo. Está casi generalizado el uso del diminutivo: "Tomemos en cafecito", "espérame un ratito". Se emplean muchas palabras que en otros países tienen otros usos o acepciones. El español hablado en Bolivia se caracteriza por la fuerte influencia sintáctica y léxica de las lenguas nativas, principalmente el aimara, el quechua y el guaraní. Raúl Rivadeneira Prada, director de la Academia Boliviana de la Lengua.
Chile
En Chile usamos el seseo, el yeísmo y la aspiración de la ese en todo el país y en todos los niveles sociales. Mientras la confusión de la erre con la ele y el voseo se escuchan en algunos estratos. Se habla suave y bajo. Muchos chilenos apenas abren la boca cuando pronuncian. Lo hacen para dentro, como aspirando. Sucede, también en el habla, una incorporación de una ese estirada antes de la che. Lo que hace diferente el hablar de un chileno radica en la conjunción de algunas características que se dan en otras áreas hispánicas.
Alfredo Matus Oliver, director de la Academia Chilena de la Lengua.
Colombia
Los colombianos tenemos un dejo en nuestras palabras que varía según las regiones, pero que es similar al de los países centroamericanos. El costeño habla rápido y se come algunas eses. El paisa (Antioquia) usa el vos, a diferencia de la mayoría de los colombianos. Y el bogotano arrastra las erres, las hace casi ches. Usamos el pronombre usted intercalado con el tú. Las palabras se pronuncian con todas sus letras, se vocaliza. Hay un dialecto propio muy usado, como decirle tinto al café.
Jaime Bernal Leongómez, secretario ejecutivo de la Academia Colombiana de lengua.
Costa Rica
A los costarricenses nos llaman los ticos porque usamos muchísimos diminutivos: "¿Me hace un favorcito, me presta ese librito?". Otra característica que nos distingue del resto es que arrastramos mucho la ere y la erre. Su uso es muy común en todas las esferas sociales. Como Guatemala, Nicaragua y El Salvador, somos un país centroamericano que usamos el vos, a diferencia de la mayoría. Y lo conjugamos como los argentinos: "Vos tenés". No hay diferencia en la pronunciación de la ese, la ce o la zeta.
Fernando Durán Ayanegui, secretario de la Academia Costarricense de la Lengua.
Cuba
La entonación de los cubanos es cadenciosa. Nuestra manera de hablar nos une con los dominicanos, que hablan pausado y entonando las vocales, y con los canarios, nuestros primeros inmigrantes. Y tenemos, claro, nuestro propio léxico que cambia. La palabra "chévere" es cubana, y sin embargo acá no se usa. Y en Venezuela la usan siempre.
Aquí no decimos ordenador, sino computadora, como en gran parte de América. Y guagua, que no es un nene como en Ecuador, y sí ómnibus.
Nuria Gregori Torada, vicedirectora de la Academia Cubana de la Lengua.
Ecuador
Si bien el habla de todos los ecuatorianos tiene sus propias características, al oído depende mucho de la región que se trate. La del costeño es elegante y comparable al habla culta de un canario, esto es, con seseo y rapidez. El serrano habla con ritmo algo lento, no tiene la ere española; usa la que vulgarmente llamamos la erre arrastrada, que le quita elegancia y corrección. El cuencano canta al hablar, mantiene una tonalidad esdrujulizada muy particular. El habla ecuatoriana tiene su propio léxico de unas 10.000 voces.
Carlos Joaquín Córdoba Malo, director de la Academia Ecuatoriana de la Lengua.
El Salvador
Los salvadoreños tenemos una cierta dulzura cuando hablamos: usamos muchos diminutivos para los nombres de las personas y para los objetos. Acá no tomamos un café, tomamos siempre un cafecito. Eso sin importar el estado anímico ni una situación en particular. Usamos el voseo, como Nicaragua y Honduras; el hablar es pausado, lento y no se estiran las vocales, como en la mayoría de los países centroamericanos. Es común pronunciar poco las eses. Las lenguas indígenas sobreviven junto a nuevos términos en inglés.
José David Escobar Galindo, director de la Academia Salvadoreña de la Lengua.
España
Su seña de identidad general está en la pronunciación diferenciada de las letras ce, ese y zeta. El español de España constituyó en realidad el idioma matriz. Se ha hablado del andalucismo como el primer tipo de español que llegó a América. Pero allí fueron exploradores de todas las regiones con sus variadas singularidades. En el intercambio lingüístico ese español de América se fue nivelando y matizando de manera que tuvo pronto un carácter diferencial. Así adquirió un esplendor que fue reconocido por los escritores del Siglo de Oro.
Víctor García de la Concha, director de la RAE.
Filipinas
El castellano que se habla en Filipinas difiere del que se habla en España principalmente en el significado del uso de términos y de algunas frases. Los siguientes servirán de ejemplo: "Tu cuidado", quiere decir que te encargues tú de alguna cosa. "Seguro", se usa como quizá y no como seguramente, como en todas las lenguas de las islas. Otro ejemplo de las modificaciones del habla que ocurren en Filipinas es el uso de "joy" u hoy, en vez de "oye tú" en criollo, español corriente y tagalo.
Guillermo Gómez Rivera, bibliotecario y coordinador de la Academia Filipina de la Lengua Española.
Guatemala
En Guatemala usamos el vos y lo conjugamos de una manera particular: decimos, por ejemplo, "salite inmediatamente de acá". Eso cuando se está entre amigos. Un poco más formal es el tú. Y hay momentos en que somos muy protocolarios: para dirigirnos a nuestros padres, algunas veces, usamos el usted. Se habla con muchos diminutivos: "Me compré un carrito". Existe una particular combinación entre un artículo indefinido y un artículo posesivo. Decimos: "Un mi amigo, una mía tía".
Mario Antonio Sandoval Somoyoa, director de la Academia Guatemalteca de la Lengua.
Honduras
El tono de voz de los hondureños es lento y pausado. Hablan un español centroamericano donde la che se apropia de la elle. Casi se escucha decir la "chuvia".
También es frecuente el uso de palabras que desaparecieron de otras regiones donde se habla español. Como, por ejemplo, alhajas que es común en el campo. Se hizo cotidiano el ingreso de diversos vocablos provenientes del inglés que no tiene ninguna necesidad de invadir el español, y que también están afectando a la pronunciación en la zona.
Óscar Acosta, director de la Academia Hondureña de la Lengua.
México
En el altiplano mexicano se usa un fuerte consonantismo y débil vocalismo ("entoncs" por entonces en el Distrito Federal). En las zonas de las costas pasa al revés: poseen fuerte vocalismo y débil consonantismo ("dehde" por desde, en Veracruz). El sistema fonológico del español mexicano se caracteriza por carecer de algunos fonemas y se pronuncian igual casar y cazar, vaya y valla. No hay ni leísmo, ni laísmo ni loísmo (no se dice, por ejemplo, "yo la escribo una carta" sino "yo le escribo una carta").
José G. Moreno del Alba, director de la Academia Mexicana de la Lengua.
Nicaragua
Dos rasgos notables y distintivos ofrece el español de Nicaragua: el voseo (vos en vez de tú) y el seseo (sustitución de la zeta y de la ce por la ese). En sílaba final, la ese prácticamente desaparece y los campesinos la pronuncian como jota. Se usan con mucha frecuencia algunas voces arcaicas (desaparecidas en España), como "bravo" (enojado), "entenado" (hijastro) y "guindar" (colgar), y también existen algunas adaptaciones metáforicas en los deportes: el béisbol todos lo conocen como el deporte rey.
Jorge Eduardo Arellano, director de la Academia Nicaragüense de la Lengua.
Estados Unidos
En Norteamérica hay unos 45 millones de hispanohablantes que llegaron de distintos países. La lengua inglesa va deformando un poco su acento. Algunas de sus palabras adquirieron una nueva tonada, pero siempre queda algo de su expresión propia. Más ahora, cuando en los últimos años ha habido una gran respuesta por parte de quienes hablan español. Y están cerca de una expresión completa. Hay una clase media que tiene otro sentir y un nuevo respeto por el idioma español.
Odón Betanzos Palacios, director de la Academia Norteamericana de la Lengua Española.
Panamá
"Una de las características del panameño actual es el alto volumen de las conversaciones. Es un fenómeno nuevo que se resalta sobre todo en la juventud. Tiene una entonación similar con los países centroamericanos. En las zonas rurales se usan palabras que ya no existen en la ciudad: preguntan cuál es su gracia en vez de cuál es su nombre. No hay distinción entre las letras ce, ese y zeta. Se pronuncian igual, ya que existe el seseo, y muchas veces nos comemos la ese.
José Guillermo Ros Zanet, presidente de la Academia Panameña de la Lengua.
Paraguay
El español que se habla en Paraguay es lineal, casi en el mismo tono, y es pronunciado rápido. Hay dos lenguas oficiales, el castellano y el guarán, y es inevitable que una influya en otra. Así, en medio de una conversación en español aparecen términos, como "pororó", que es el pochocho o las palomitas de maíz en otros países hispanohablantes. Como en gran parte del cono sur de Latinoamérica se usa el voseo, pero la elle se pronuncia clara y lenta. Creo que es el español menos cantado de la región.
José Antonio Moreno Ruffinelli, presidente de la Academia Paraguaya de la Lengua.
Puerto Rico
Uno de los principales rasgos de distinción del puertorriqueño en el habla es la confusión de la ele por la ere o la erre. Palabras que las usan, como tierra, pueden llegar a sonar como "tiela". Esa pronunciación es común en muchos de los sectores sociales. Comparte, además, una tonada similar con el cubano o el dominicano. Con el uso de algunas vocales apenas estiradas, típicas de los países centroamericanos. Y también se escuchan en el lenguaje de la calle muchas palabras que provienen del francés y del inglés.
María Vaquero de Rodríguez, secretaria de la Academia Puertorriqueña de la Lengua.
Perú
Los peruanos son los que hablan más bajo y más despacio de América Latina. Así como dicen que los españoles gritan, en Perú se pronuncia a media voz. No se distingue entre la zeta, la ce, y la ese. Y es común en nuestras conversaciones el uso de palabras quechuas, como decir "alala" cuando hace mucho, frío o "atatao" cuando algo nos da asco. Tenemos otros usos propios, al cristal le llamamos también luna. Así pueden enamorar sin querer a una española, cuando en un taxi le pregunte si quiere que le baje la luna.
Marco Martos Carrera, presidente de la Academia Peruana de la Lengua.
República Dominicana
Los dominicanos hablamos parecido al resto de los caribeños, pero más pausado, más lento. No estiramos mucho las vocales abiertas, aunque la tonada alegre no desaparece. Usamos el tú. Y tenemos un léxico muy particular que mezcla palabras del castellano antiguo con regionalismos. En las zonas campestres todavía dicen "aguaita" (observa) y "enantes" (anteriormente). No decimos por un pelín como la mayoría de los españoles. Acá cuando pasa algo por muy cerca, es por "un chin".
Bruno Rosario Candelier, director de la Academia Dominicana de la Lengua.
Uruguay
Al uruguayo se le identifica en la calle como a un rioplatense (con un voseo sin abuso de confianza y un asumido yeísmo, entre otras variantes) arraigado sin equívocos ni pamento (uruguayismo) en la orilla oriental. El habla de los uruguayos se reconoce con carácter general por la sobriedad, la ausencia de énfasis y solemnidades léxicas o fónicas. Un cierto escepticismo cargado de nostalgia ha predominado en el uruguayo (sobre todo en Montevideo) típico desde hace por lo menos medio siglo, y se matiza en él con un algo subterráneo sentido del humor que emerge también en su lenguaje -tanto oral como letrado- y recorta el perfil de su idiosincrasia.
Wilfredo Penco, presidente de la Academia Nacional de Letras de Uruguay.
Venezuela
Una de las principales características del habla de los venezolanos es la pronunciación más abierta de las vocales abiertas. Tiene una entonación muy similar a la del resto de los países del Caribe. Usan el tú y el usted para tratar a la misma persona. Marcan bien la erre, no la estiran como los costarricenses, al contrario, la pronuncian clara. Y ahora está muy de moda la palabra vaina, que no se la sacan de la boca. La usan de comodín para sustituir cualquier sustantivo. Entre los jóvenes usan el término pana para llamarse.
Óscar Sambrano Urdaneta, presidente de la Academia Venezolana de la Lengua.
Así nos ven
Según la Enciclopedia Británica "el español comienza como un dialecto del norte de España. Se convierte en la lengua de la corte en el siglo XII y con la conquista castellana del país pasa a ser la lengua oficial del Estado. El español contiene muchas palabras de origen árabe. Existen diferencias de pronunciación entre las regiones. La más significativa es la de la letra ce. En el norte de Castilla es pronunciada como la inglesa 'th' y en el sur y el oeste como la inglesa ese. El predominio de colonizadores de estas últimas regiones explica que en Latinoamérica su pronunciación sea la estándar".
Información recopilada por Pedro Noli.
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