Un siglo y el futuro por delante

Primero fueron ingenieros de segunda; luego los bautizaron como peritos industriales; ahora los conocemos como ingenieros técnicos industriales y en un futuro, con la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), serán titulados en grado de Ingeniería, de la rama industrial. Y es que 100 años de vida, sólo en Valencia, dan para cambiar de atribuciones, ubicación y nomenclatura.

En realidad, la actual Escuela Técnica Superior de Diseño Industrial ubicada en el campus de Vera de la Universidad Politécnica de Valencia es una evolución del centro creado en la ciudad de Valencia por Real Decreto de 22 de Mayo del 1855, junto con las escuelas de Madrid, Barcelona, Sevilla y Vergara (Guipúzcoa).

La escuela, asegura su director, tiene la mayor productividad científica de la Politécnica

En España, estos estudios comienzan en 1850, por el Real Decreto del Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras Públicas, en el que se proponía a la reina Isabel II la creación de las escuelas industriales. Las enseñanzas en Valencia habrían comenzado en 1852 y también por entonces la especialidad textil en Alcoi.

Sin embargo, según describe su actual director, el catedrático en Física, Enrique Ballester, quien permanece la friolera de 21 años en el cargo, aquellas incipientes escuelas atraviesan una situación financiera "delicada" y, tras escasos años de vida, se extinguen. De ahí que no sea hasta diciembre de 1906 cuando la Escuela de Valencia se refunda. Por todo ello durante este curso se celebra su centenario.

Para la efeméride se ha inaugurado en la propia Escuela una exposición fotográfica que refleja los acontecimientos ocurridos desde 1906 hasta la actualidad, con fotografías de personalidades que han visitado la misma, imágenes de todo el personal y documentos históricos, como por ejemplo el acta de la refundación de la Escuela Industrial. También se han previsto mesas redondas sobre las distintas especialidades. Actualmente, en este centro se imparten las cuatro especialidades de la ingeniería: Electricidad, Electrónica, Mecánica y Química, así como las titulaciones de Ingeniero Técnico en Diseño Industrial e Ingeniero de Organización Industrial, de segundo ciclo.

El centro, que en el curso 1987-1988 se ubicó en el campus de Vera, ha ocupado diferentes espacios de la ciudad. En sus orígenes se localizó en la parte trasera del Ayuntamiento; luego ocupó el histórico Lluís Vives, para desplazarse en 1922 a la zona de Antiguo Reino de Valencia. "De aquella época recogemos algunas quejas de las familias, quienes protestaban porque sus hijos tenían que ir a la huerta, tan lejos de la ciudad, a estudiar", rememora Ballester. Posteriormente, ocupó el actual IES Blasco Ibáñez, y hacia 1970 la ingeniería adquiere rango universitario integrándose en la Politécnica.

De la actual escuela su director destaca que "de las 15 existentes en la universidad es la que cuenta con mayor número de créditos matriculados; la de mayor porcentaje de productividad científica; la que ostenta el mayor grado de satisfacción de los alumnos y donde más prácticas se realizaron". En el curso 2005-2006 los estudiantes de allí efectuaron 1.033 prácticas, con una remuneración que oscila entre los 375 y los 450 euros.

Ballester califica el futuro de una carrera clásica, que históricamente ha nutrido la industria valenciana, de "muy esperanzador" y apunta que "la labor del Ministerio, con la aplicación del Espacio Europeo de Educación Superior es muy positiva ya que hasta ahora ninguno de los modelos educativos habían clarificado tanto el futuro como éste". Las ingenierías técnicas industriales pasaran de cursarse en tres años, a estar configuradas en grados de cuatro años de duración. Desde su correlato superior, y a través del Colegio Oficial de Ingenieros Superiores Industriales en diversos anuncios en prensa, se tilda de "amenaza" la aplicación del nuevo sistema universitario por eliminar los dos niveles académicos actuales.

Cada año salen de la Escuela Técnica Superior de Diseño Industrial de la Politécnica alrededor de 600 egresados y se registran cerca de 400 intercambios académicos. Las especialidades con más plazas son Mecánica y Electrónica, con 150, frente a Química y Electricidad, con 60. En todas hay lista de espera.

Los estudiantes consultados en el centro al azar por este periódico expresan su satisfacción con la carrera. Tanto Carlos Ruiz como Nacho Fernández prosiguieron con el segundo ciclo en Organización Industrial tras cursar la técnica en Mecánica. El primero trabaja y estudia, mientras que el segundo está "muy satisfecho" realizando el proyecto final de carrera en el centro de motores térmicos de la universidad. "La carrera me encanta y aprendes todo lo que quieres y más", dice Fernández. Ambos estudiantes, así como una futura ingeniera consultada, también de Mecánica, reconocen que "la carrera es dura, pero se puede sacar". La estudiante apunta que "el trato es muy bueno con vistas al alumno y se sigue una política diferente a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales, desde donde se le pone difícil al alumno por el hecho de estar formando a los ingenieros superiores, con mayores responsabilidades". También opina que las salidas laborales de los ingenieros técnicos industriales son amplias, no sólo por la versatilidad de la carrera sino por la perversión del mercado: "El ingeniero técnico desempeña más o menos las mismas funciones del superior y se les paga menos".