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Padres de O Bolo exigen que niños y mayores viajen en buses distintos

Educación da por zanjado el conflicto y el ANPA prepara protestas

O Bolo vive un aparente retorno a la normalidad. Los ocho usuarios de la línea de transporte escolar cuyos padres se negaban a que compartieran bus con la población adulta por temor, entre otras razones, a padecer contagios, regresaron ayer a clases. Tras dos días de ausencia reivindicativa, y ante la advertencia de la Xunta de que los tutores incurrían en incumplimiento constitucional, los menores volvieron a las aulas. Los padres aseguran, sin embargo, que seguirán movilizándose para que sus hijos no tengan que compartir el transporte escolar con los mayores.

Siete de los niños hicieron ayer el trayecto en el autobús compartiendo viaje con el único adulto que decidió usar el servicio. El octavo fue trasladado por su familia. La Consellería de Educación da por zanjado el conflicto, pero los padres se preparan para nuevas movilizaciones.

"Seguiremos presionando". La portavoz de la Asociación de Nais e Pais (Anpa) del colegio público de O Bolo, Elisa Camino, se mantiene firme. Camino llegó el martes, en nombre del Anpa, a un acuerdo con el delegado provincial de Educación, Gonzalo Iglesias Sueiro, que ponía fin al boicoteo del acuerdo de las consellerías de Educación y Política Territorial encaminado a optimizar el transporte escolar permitiendo el uso de las plazas libres a los adultos.

Tras el encuentro con el delegado, la representante del Anpa aseguró que había fallado la comunicación y que sus dudas se disiparon cuando Iglesias Sueiro les leyó el protocolo sobre el uso compartido del transporte, que echa por tierra las previsiones de los padres respecto a la utilización que la población adulta puede hacer de la línea. Los niños tienen primacía tanto para ocupar los asientos como para que no se encuentren con obstáculos en el interior del bus. El delegado de Educación se comprometió a poner fin al acuerdo en el caso de que surjan problemas.

Pero si hubo algo decisivo en su propósito de poner fin a las medidas de presión fue descubrir que el apoyo que les había prestado en todo momento el alcalde, el popular Manuel Corzo, parecía desvanecerse a la vista del escrito que remitió a la Consellería de Educación, el 3 de marzo del 2005 -y que Iglesias Sueiro les leyó punto por punto- reclamando el mismo servicio contra el que el Anpa, con su respaldo, estaba presionando.

"Estamos indignados porque [el alcalde] nos ha apoyado en todo momento; no puede ser que ponga por escrito una cosa y a nosotros nos diga otra. Le pediremos explicaciones", manifestó Elisa Camino al término de la entrevista con el delegado provincial. Y se las pidieron.

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Pero el regidor de O Bolo matizó sus palabras. "Nos dijo que, efectivamente, había solicitado en 2005 que se permitiera utilizar a los adultos el transporte escolar", sostiene la representante del Anpa, "pero lo pidió para todo el pueblo y no compartiendo las únicas 4 plazas que quedan libres en el autobús, porque eso sólo generará problemas".

La portavoz de los padres de O Bolo asegura que el alcalde, Manuel Corzo, les ha expresado de nuevo su "absoluto respaldo" a su reivindicación de que se cree una nueva línea para adultos, diferenciada de la de los escolares. El delegado de Educación sostiene que en enero de 2006 Corzo le volvió a pedir buses compartidos, por lo que expresa su desconcierto ante el respaldo que los padres dicen encontrar en el alcalde a su decisión de que los niños no compartan el transporte escolar con los adultos. El regidor estuvo ayer ilocalizable.

El "juego" del alcalde

"Está jugando; es un irresponsable". El delegado provincial de Educación, Gonzalo Iglesias Sueiro, define con estas palabras la actitud del alcalde de O Bolo, Manuel Corzo, si es cierta la afirmación de la representante del ANPA. El delegado sostiene que en su despacho, el regidor le solicitó "el uso compartido por los adultos de la línea escolar y por lo que se ve, a los padres les está diciendo otra cosa y esto es mantener dos discursos y deberá responder por ello ante su comunidad".

Iglesias Sueiro considera que el papel del regidor en este conflicto es "una clara interferencia partidista y política más que institucional". "Mi consellería no tiene competencias en materia de transporte, más allá del escolar", señala en relación con la reivindicación de la asociación de padres.

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