Imaz insta a detener "la máquina de la tensión social y política"
Plantea un acuerdo contra el efecto desestabilizador de un atentado
El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, se muestra preocupado por el grado de crispación que ha alcanzado la política en España y lleva meses advirtiendo de los efectos desestabilizadores que puede tener un nuevo atentado de ETA, hipótesis que "no es irreal", admitió. Para evitar esa posibilidad, pidió ayer a los partidos que paren "la máquina de la tensión social y política" y defendió alcanzar un acuerdo de mínimos en el que se rechace la violencia y no se descarte un final dialogado cuando ETA muestre una voluntad inequívoca de acabar con el terror.
El fondo de la intervención de ayer en Pamplona del presidente del PNV no resulta novedoso. Pocas semanas después del atentado de ETA en Barajas del 30 de diciembre pasado, en que murieron dos personas, Imaz ya advertía del riesgo de que una nueva acción terrorista pillase a los partidos democráticos "con los puentes rotos".
Desde entonces, el PP ha basado su tarea de desgaste al Gobierno central en la política antiterrorista, echando el resto tras la decisión de Instituciones Penitenciarias de conceder la prisión atenuada al etarra Iñaki de Juana Chaos. Imaz llegó ayer incluso a desempolvar el Pacto Antiterrorista, que con tanta dureza censuró en su día su partido, para recordarle al PP que uno de sus puntos decía: "Manifestamos nuestra voluntad de eliminar del ámbito de la legítima confrontación política o electoral las políticas para acabar con el terrorismo". Añadió que el efecto amplificador del atentado de Madrid en la quiebra de la convivencia social y política "está siendo promovido por la falta de responsabilidad de aquellos que han convertido el terrorismo y la lucha antiterrorista en arma de actuación partidista", en evidente alusión al PP.
Imaz considera que ETA y su mundo político se encuentran más débiles que nunca, pero paradójicamente también cree que "la capacidad de desestabilización social de ETA alcanza niveles que no se recuerdan" desde los primeros años 80. Por eso, hizo un llamamiento a parar esta espiral de crispación: "Sabemos cómo empieza, pero nadie imaginamos siquiera cómo puede terminar".
La convocatoria por el Gobierno navarro de una manifestación para el próximo sábado con el lema Fuero y libertad, Navarra no es negociable, animó al PNV a fijar con claridad su postura sobre esta autonomía, que dejó meridiana también a Batasuna durante sus conversaciones de 2006 con los dirigentes independentistas.
Imaz reiteró que su formación "nunca" va a permitir que Navarra "sea moneda de cambio de ningún proceso de paz". Y a la izquierda abertzale le volvió a repetir, ante su propuesta de una autonomía política que ligue al País Vasco y Navarra "dentro del Estado", que ya conocen cuál es la "llave" para abrir el proceso: "El cese de la violencia".
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