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Préstamos de alto riesgo

Wall Street sacó tajada del boom en el mercado inmobiliario y ahora empieza a sufrir las consecuencias. La crisis que se vive en Estados Unidos en el complejo negocio de las hipotecas de alto riesgo, también conocidas como las subprimas, asusta tanto en el parqué que se teme que tenga un efecto dominó que acabe afectando al conjunto de la economía, hasta el punto de arrastrarla hacia una nueva recesión. Sin llegar a tal extremo, los analistas advierten de que la recuperación del mercado de la vivienda se retrasará.

New Century Financial es la firma que atrae la atención de los inversores estos días. La entidad está especializada en la concesión de préstamos hipotecarios a futuros propietarios con rentas bajas o con un historial crediticio considerado de alto riesgo. Es la segunda más importante en este segmento del mercado. Su cotización quedó suspendida el martes, después de perder el 90% de su capital bursátil en apenas tres semanas y por el riesgo de quiebra. No es la única con problemas. Aunque algunas entidades están logrando capear el temporal, 36 han desaparecido ya del mapa.

Quizá lo más inquietante en este momento sea ver que la crisis que vive el mercado de las subprimas recuerde el descalabro que sufrió el parqué neoyorquino tras el estallido de la burbuja tecnológica y la oleada de fraudes corporativos. El motivo es simple. Las entidades como New Century empaquetan las hipotecas diferenciadas en función del riesgo y luego las venden al mercado, en concreto a bancos de inversión, fondos de pensiones o hedge funds para repartir ese riesgo. El sistema funcionó durante el boom inmobiliario, hasta que empezó a enfriarse el mercado.

El negocio de las hipotecas está valorado en 6,5 billones de dólares y junto a las altas tasas de productividad, es uno de los factores que están detrás de la última fase de expansión económica en EE UU. Dos terceras partes de los préstamos están contratados con bancos comerciales. El resto está en manos de firmas de corretaje como New Century, y como sucediera durante el furor de los valores puntocom, muchos de los productos que ofrecía son de dudosa viabilidad por el cálculo de la devolución del préstamo o porque los consumidores engañaban a las entidades sobre sus ingresos, para conseguir condiciones más favorables.

La morosidad vinculada a estas hipotecas de alto riesgo es ya del 13,3% del total del crédito concedido en EE UU a consumidores con dudoso historial. Y hay muchos otros productos financieros exóticos que podrían verse afectados por los mismos problemas de impago. La incógnita está en saber cómo reaccionará el mercado ante esta nueva crisis, porque se desconoce qué negocios del mundo financiero están pillados de manos, hasta dónde llega el agujero y qué productos se verán arrastrados por esta espiral.

Goldman Sachs considera sin embargo que el impacto en el conjunto de la economía será "pequeño", porque su efecto en el consumo es limitado. "El mercado de las subprimas representa una parte muy pequeña de la producción final y del empleo", precisan desde el banco, que sin embargo no descarta que los problemas de estas entidades acaben salpicando al conjunto del sector y lastrando la actividad del sector inmobiliario por el lado de la demanda, al ser los bancos más severos al dar futuros préstamos.

Desde UBS se dice incluso que se exagera cuando se habla de las implicaciones que tendrán los problemas de este sector en el conjunto de la economía. "No anticipamos ni un colapso en el crédito ni una recesión", remachan, aunque a renglón seguido no descartan que las consecuencias puedan ser significativas porque este tipo de hipotecas han jugado un papel "desproporcionadamente importante" en el crecimiento de las hipotecas.

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