El arzobispo de Jaca
No se puede imaginar el señor arzobispo de Jaca lo grosero que resulta que irrumpa con tal obscenidad en el terreno de las investigaciones judiciales. No se puede imaginar el señor arzobispo de Jaca lo deplorable que es que pretenda echar por tierra el trabajo de cientos de policías y jueces que tan arduamente han trabajado y siguen trabajando para detener y hacer que la justicia haga su trabajo. No se puede imaginar el señor arzobispo de Jaca lo penoso y vulgar que resulta que utilice su puesto al frente de todos los católicos para servir a espúreos intereses partidistas.
Pero, sobre todo, el señor arzobispo de Jaca no se puede imaginar el daño que hace a las personas que hemos sufrido la pérdida de un ser querido con sus palabras infamantes. Si le queda algo de sentido moral, por favor que lo piense y después obre en conciencia.
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