Papá Berlusconi protege a Bárbara
El magnate compró por 20.000 euros unas fotos de su hija ebria
Silvio Berlusconi es el hombre más rico y poderoso de Italia. Pero toda su influencia no le sirvió de gran cosa cuando le mostraron unas fotos de su hija Bárbara. La joven salía de una discoteca milanesa seriamente embriagada, con las manos de un caballero pegadas a las nalgas. Berlusconi tuvo que pagar 20.000 euros para que las fotos no se publicaran. Muchos otros famosos pagaron también para recuperar fotos comprometedoras. Un fiscal de Nápoles acusa a Fabrizio Corona, un paparazzo italiano, de extorsionar a decenas de personas. Corona fue detenido el lunes.
Las imágenes de Bárbara Berlusconi, 23 años, fueron captadas el pasado 5 de septiembre ante la discoteca Hollywood de Milán. La propia Bárbara explicó al fiscal que su padre había sido muy delicado al abordar el incidente. "He recibido una factura sobre un pago que debería hacer en tu nombre con un... ¿podrías explicármelo?", le dijo un día el padre a la hija. "Te lo ruego, es un favor que te pido que me hagas", se limitó a responder Bárbara. Berlusconi prefirió no avergonzar a la muchacha. No hizo más preguntas y pagó.
El paparazzo Corona, presuntamente en colaboración con el ex peluquero Lele Mora, agente de personajes populares, no se limitaba a estar al acecho y organizaba trampas, sobre todo a futbolistas. Bastaba ponerse de acuerdo con una starlette y atraer al futbolista, todo lo demás venía rodado. Francesco Totti, la estrella del Roma, cayó por ejemplo en las redes de Flavia Vento justo antes de casarse con Ilary Blasi, y pagó 50.000 euros para evitar que la Vento lo contara todo. Alberto Gilardino pagó 6.000 euros para que no se publicara una imagen en la que aparecía junto a una mesa sobre la que había un puñado de sal derramada: bastaba poner en el pie de foto que aquello parecía cocaína para complicarle la vida al futbolista.
Otros rechazaron el chantaje. La Fiat se negó a pagar 200.000 euros para evitar que se publicara una entrevista con el transexual que albergaba en casa a Lapo Elkann, la noche en que el joven heredero de los Agnelli fue víctima de una sobredosis. Adriano, del Inter, tampoco pagó por unas fotos, finalmente publicadas, en las que se le veía fumando y bebiendo durante una fiesta.
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