_
_
_
_
Juicio por el mayor atentado en España | 11-M

La ex esposa de un acusado afirma que éste quería volar las torres de KIO

La testigo describió cómo los miembros del grupo eran amigos y querían hacer la 'yihad'

No hay venganza más devastadora que la de una mujer despechada. La segunda esposa del procesado Mohannad Almallah Dabas, con el que tiene un hijo en común, declaró ayer en el juicio como testigo protegido y describió detalladamente la amistad y los vínculos, basados en el fundamentalismo islamista, entre su ex marido y varios de los suicidas de Leganés y con Mustapha Maimouni, autor del atentado contra la casa de España de Casablanca. La testigo apuntaló la condena de su ex marido al señalar que le oyó decir que no descansaría hasta derribar las torres KIO de Madrid.

Más información
"Mi marido se dormía cada noche con los vídeos de Abu Qutada"
Cuatro testigos sitúan a Zougam en los trenes

Mohannad Almallah Dabas (Damasco, 1964) fue detenido y puesto en libertad. Se afilió al PSOE del barrio madrileño de San Blas, que lo expulsó tras ser detenido de nuevo en marzo de 2005. La policía asegura que Mohamed y su hermano Moutaz se dedicaban a la captación de jóvenes radicales islamistas para enviarlos a luchar al extranjero.

El testimonio de la ex mujer de Dabas debería tener poca trascendencia jurídica en el desarrollo del juicio por las dudas existentes de que pueda actuar movida por el resentimiento, salvo que sus afirmaciones se puedan contrastar con otros datos objetivos u otros testimonios. Ella negó que guarde rencor a Mohannad, porque es el padre de su hijo.

El caso es que Mohannad la trajo a España desde Tánger (Marruecos), vivió con ella dos meses, la dejó embarazada de gemelos y se cansó de ella, volviendo con su primera mujer, Turia Ahmed. Por el camino, la sometió a malos tratos y por ello, el 14 de marzo de 2003 la testigo le denunció en el Servicio de Atención a la Mujer y luego ratificó la denuncia en la Comisaría de Distrito de Ciudad Lineal. El 23 de agosto de 2003, en la misma comisaría volvió a presentar denuncia por malos tratos en el ámbito familiar, falsificación de documentos y matrimonio ilegal, ya que Mohannad simuló estar divorciado para poder volverse a casar cuando seguía casado. El acusado fue condenado en un juicio rápido y se decretó una orden de alejamiento.

Abortó por una paliza

Como consecuencia de una de las palizas cuando estaba embarazada de gemelos, la testigo perdió uno de los niños. Cuando Mohannad, que la había llevado al hospital se enteró de la muerte de uno de los bebés, según declaró ayer la testigo exclamó: "Qué bien, es un golpe para una mujer como el golpe que dieron a los americanos con el atentado del 11 de septiembre".

Mientras su ex esposa hacía esas manifestaciones, Mohannad Almallah Dabas, el único de los acusados que acude a las sesiones con traje, escuchaba en la pecera muy serio y con gesto preocupado.

La testigo, que estuvo viviendo en el local de la calle Virgen del Coro, donde luego vivirían los procesados Fouad El Morabit y Basel Ghalyoun, y en la casa de Sarhane el tunecino, conoció de primera mano a todos los amigos de su entonces marido y a sus mujeres.

La mujer conoció las relaciones entre Moutaz Almallah Dabas, hermano de su marido y líder natural de la célula islamista, con Sarhane el Tunecino, Mustapha Maimouni, Jamal Zougam, Jamal Ahmidan, el chino, los hermanos Oulad Akcha, Basel Ghalyoun, Mohamed el egipcio y otros islamistas y cómo celebraban reuniones en el río Alberche, o en el local de Virgen del Coro, donde se proyectaban vídeos exaltando la yihad. La testigo señaló que, asustada por lo que estaba viendo y por los problemas generados en relación con su situación personal, en enero de 2003 decidió llamar a la policía para informar de las actividades islamistas de su entonces esposo y del grupo con el que se relacionaba. Especialmente peligroso le parecía Moutaz Almallah Dabas, hermano de su ex marido, que siempre estaba hablando de los problemas de los hermanos musulmanes en el mundo, y a ella le parecía el discurso de un terrorista. La mujer aseguró que un año antes de los atentados fue informando a la Brigada Provincial de Información de Madrid de lo que iba observando.

Entre otros detalles informó de que su cuñado Moutaz guardaba en cajas, en el sótano del local de Virgen del Coro, montones de libros sobre Bin Laden y que ambos hermanos nunca hablaban de la yihad desde sus teléfonos móviles, sino desde teléfonos públicos, cabinas y restaurantes. Precisó que vio juntos por primera vez al Chino con Sarhane el Tunecino y Mohannad Almallah Dabas en octubre de 2003, en la calle Virgen de Lourdes, en las proximidades de la mezquita de la M-30.

También afirmó que por la mujer de Maimouni supo que Amer el Azizi, al saberse vigilado por la policía huyó de su domicilio disfrazado de mujer. Luego utilizó el pasaporte de Mohannad Almallah Dabas para huir a Londres y de allí marchó a Afganistán. Su hermano, también testigo protegido, confirmó en líneas generales esta declaración, incluyendo el detalle de las torres KIO.

De izquierda a derecha, Abdelila el Fadual, Rachid Aglif y Mohamed Bouharrat, en el juicio.
De izquierda a derecha, Abdelila el Fadual, Rachid Aglif y Mohamed Bouharrat, en el juicio.REUTERS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_