Ideas para eliminar un gueto

El barrio almeriense de El Puche cuenta con todos los ingredientes físicos y sociales para ser considerado un gueto. Aunque no hay cerrojos ni candados, el urbanismo que lo erigió lo enjauló por los cuatro puntos cardinales: un polígono industrial al norte, la carretera Almería-Níjar al sur, el cauce seco del río Andarax al este y las vías del tren en el oeste. Allí viven unas 7.000 personas, la mayoría menor de 30 años. La inundaciones de 1975 en el barrio de La Chanca motivó su creación: se alzaron viviendas "provisionales" para albergar a las familias afectadas en un horizonte de dos o tres años. Ya han pasado 31.

"Aquí una mujer con 40 años ya es mayor porque trabaja fuera de casa, lleva el peso económico de la familia y envejece muy rápido. La pobreza siempre se ceba en la mujer. El escalón de edad que queda entre los 30 y los 50 años son los que emigran del barrio. Y entonces se vuelve a llenar de niños con hijos y de personas mayores que ya no pueden optar a comprar nada", explica un vocal de la asociación de vecinos Alcalá.

Ese ir y venir de población flotante ha favorecido la falta de identidad con el barrio. En ese proceso de exclusión y marginación social ha proliferado un alto índice de drogadicción, la prevalencia de enfermedades que causan invalidez, violencia doméstica, actitudes xenófobas y racistas, delincuencia y conflictividad entre los jóvenes o un alto índice de absentismo escolar, entre otros factores.

Las administraciones quieren romper este círculo vicioso con un plan especial de la Consejería de Obras Públicas y con una inversión que supera los 10 millones de euros, a través de EPSA, y en colaboración con el Ayuntamiento.

Las jornadas El Puche. Un encuentro para construir el barrio que queremos, se inauguraron ayer para presentar a los colectivos sociales las actuaciones urbanísticas que la Junta va a realizar en la zona además de realizar actividades participativas con los vecinos.

"Obras Públicas declaró El Puche en junio de 2005 como Rehabilitación Integral de Bariadas (RIB) con la finalidad de revitalizar el tejido urbano y social activando las actuaciones que sean necesarias para llevar a cabo este objetivo. Creamos una oficina técnica ubicada en el barrio y tras analizar cada uno de los problemas se llegó a la conclusión de que es necesario abordar una nueva ordenación de la totalidad del barrio que se materializará en la 29 modificación puntual del PGOU de Almería, redactada por el arquitecto Joaquín Aramburu Maqua", explica el delegado de Obras Públicas, Luis Caparrós.

Aramburu se muestra convencido de que la reordenación propiciará que el barrio pase a formar parte de la ciudad y deje de ser el gueto olvidado "amén de las intervenciones de tipo social", dice el arquitecto. Se actuará en trabajos de urbanización, en nueva construcción de viviendas y rehabilitación de otras y elementos comunes, en regularización administrativa con firma de escrituras, gestión de viviendas en alquiler y actuaciones de índole social.

Junto a Obras Públicas, las Consejerías de Igualdad y Bienestar Social, Educación, Empleo, Innovación Tecnológica, Salud, Gobernación (Inmigración) también se implicarán con actuaciones en el barrio con la finalidad de transformar la realidad existente mediante la articulación y coordinación de las políticas en materia de empleo, salud, educación, jóvenes emprendedores, inmigración o mejora de las redes sociales.

Además, el Consistorio deberá articular medidas en el barrio -que sus calles estén limpias e iluminadas, que haya un servicio eficaz de autobuses o que exista vigilancia policial- para que todo tenga sentido. "Todo ello dará una imagen de El Puche en positivo, donde las personas que trabajan y que viven en este barrio se sientan seguros de sí mismos y orgullosos de decir vivo en El Puche", justificó Caparrós.