Un incendio arrasa 15 hectáreas en Cabrils y obliga a desalojar a 300 vecinos

Cerca de 15 hectáreas arrasadas y entre 250 y 300 vecinos desalojados de sus casas. Ése es el resultado del incendio que se declaró al mediodía de ayer en las urbanizaciones de Sant Crist y Montcabrer, en el término municipal de Cabrils (Maresme), y en el que no se produjeron daños personales ni materiales. La extinción resultó complicada por culpa del fuerte viento que sopló durante todo el día de ayer y que impidió la participación de hidroaviones y otros medios aéreos de la zona que finalmente no intervinieron por temor a que se desestabilizaran.

El fuego se inició sobre las 13.40 horas por causas que se desconocen, si bien algunos vecinos aseguraron que vieron a un hombre quemando ramas y hojas secas. "Le llamaron la atención, pero hizo caso omiso", explicaron fuentes de los Mossos d'Esquadra. "Las llamas empezaron a los pies del monte, y enseguida se extendieron a ambas laderas", apuntó Joan Rovira, jefe de emergencias de los Bomberos de la Generalitat. "El viento propagó las llamas y provocó que el humo lo hiciera todo más aparatoso", añadió.

Un total de 35 vehículos terrestres y un helicóptero de mando -que sobrevoló la zona a gran altura para no desestabilizarse- participaron en las tareas de extinción. También colaboraron medios de Vilassar de Mar, Vilassar de Dalt y Premià de Mar, además de miembros de la Agrupación de Defensa Forestal (ADF).

Ofrecimiento ciudadano

"Hemos facilitado al cuerpo de bomberos toda nuestra ayuda y hemos encargado bocadillos y bebidas", explicó el alcalde de Vilassar de Dalt, Llorenç Artigas. "Hemos acudido hasta aquí todas las patrullas de la localidad", aseguró el inspector de la Policía Local de Vilassar de Dalt, Josep Lluís Vargas. "Algunos ciudadanos se han ofrecido para ayudar a sofocar las llamas, pero afortunadamente no será necesaria su intervención", agregó Vargas.

Los Bomberos dieron el incendio por estabilizado a las 16.00 y lo declararon controlado una hora y media más tarde. A partir de ese momento los vecinos pudieron regresar a sus casas. 50 de ellos se habían alojado en el centro cívico La fábrica que el Ayuntamiento había puesto a su disposición.

Tras declararse el incendio, se vivieron momentos de tensión entre los Mossos d'Esquadra y algunos vecinos. "Me tienen que dejar pasar, mis perros están en la casa", reclamaron algunos afectados entre lágrimas. "Mi marido ha subido y está allí, déjenme subir o hablen con él para que baje", suplicaba una mujer teléfono móvil en mano.

Alguno se enfrentó verbalmente con los agentes y éstos le tomaron los datos personales. Una de las vecinas a quien se impidió el paso afirmó sollozando que "ayer por la noche ya vimos que alguien hacía fuego, pese a que estaba prohibido".