Reinas de África

Tiene el porte de una reina, la sonrisa resplandeciente y una voz que remite a Etta James o Aretha Franklin. Viajó desde Malí para clausurar el festival Ellas crean, que se ha desarrollado durante el Encuentro España-África Mujeres por un mundo mejor, y en el que han actuado la camerunesa Sally Nyolo, la senegalesa Julia Sarr o la malinesa Mamani Keita. Lo dijo bien alto: "La mujer merece respeto". Y contó que luchar por sus derechos y su autoestima ha sido su mayor empeño desde que empezó a cantar.

La cantante más importante de África occidental es un ejemplo de mujer trabajadora y emprendedora. Oumou Sangare tiene las espaldas bien cubiertas con negocios como un hotel en Bamako y la importación de vehículos chinos OumSang: cuatro por cuatro que ella comercializa en Malí desde su concesionario a un precio sin competencia. Esos asuntos financieros, y su familia, la han alejado un tanto del circuito internacional. Además de compromisos musicales en el continente africano: presidentes de varios países mandan sus aviones privados para recogerla.

Una fiesta

El canto de Oumou Sangare es el de las mujeres de Wasulu, región del sur fértil en cantantes desde la independencia de Malí en 1960.

Sus canciones hablan abiertamente de asuntos que antes no se discutían en público: el estigma de la mujer casada sin hijos, la sensualidad femenina y la pasión amorosa, el sufrimiento que produce la poligamia... Con una hipnótica pulsión rítmica, mezcla de instrumentos modernos (guitarra, bajo, batería) y tradicionales (arpa, calabaza, violín de una cuerda).

Los espectadores malienses -algunos impecablemente trajeados y encorbatados- subieron a besarla y abrazarla. No necesita esa guardia pretoriana que protege a otras estrellas. En la filosofía africana un concierto es siempre una fiesta colectiva.