El nuevo San Mamés costará 200 millones y puede estar listo en 2011

El Athletic, la Diputación vizcaína y la BBK presentaron ayer el acuerdo definitivo que constituye la sociedad San Mamés Barria, encargada de la financiación y construcción del nuevo estadio de San Mamés. La inauguración del futuro campo del Athletic podría producirse en el año 2011 y el coste estimado del proyecto oscila entre los 180 y los 200 millones de euros -el doble del Museo Guggenheim-. Ninguna de las partes especificó ayer cual será su aportación.

No obstante, tanto la presidenta del club, Ana Urquijo, como el diputado general, José Luis Bilbao, señalaron que los socios "irán de la mano" y que las decisiones "se adoptarán por unanimidad". Urquijo informó de la convocatoria de una asamblea extraordinaria de socios compromisarios, el próximo 23 de marzo, para "ratificar" la formación de la sociedad y explicar los detalles del estadio, una "pieza clave" en la regeneración de la ciudad.

Bilbao señaló que San Mamés Barria, que ayer resolvió una ampliación de capital de un millón de euros por cada socio, está abierta a nuevos participantes, y se felicitó por el hecho de que el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna -presente ayer en la conferencia de prensa como espectador-, anunciara hace unas semanas la voluntad del Ayuntamiento de incorporarse. El diputado general puso especial énfasis en aclarar que la sociedad trabajará en común por la financiación del proyecto, pero que, una vez en pie, "el uso y gestión del estadio será competencia exclusiva del Athletic". El nuevo San Mamés, que ocupará parte de los terrenos anejos de la vieja Feria de Muestras, lindará con el campus tecnológico de la UPV, lo que confiere a la zona un futuro urbanístico de "largo alcance", añadió Bilbao.

Escamas de cristal

El proyecto básico que ayer fue presentado es, según Ana Urquijo, una "hoja de ruta" que hace "viable" el estadio y que se apoyará sobre una "gestión transparente". La maqueta, elaborada por ACXT (la división de arquitectura de la ingeniería IDOM), marca unas líneas maestras de las que no podrá alejarse el proyecto constructivo cuando comiencen las obras, que se licitarán mediante concurso público. Los criterios de partida son la "transparencia visual, la accesibilidad y la funcionalidad", explicó el arquitecto César Azcárate. El campo se asomará a la ribera de la Ría y dispondrá de un aforo de 55.000 espectadores, gracias a tres graderíos recubiertos de unas amplias "escamas de cristal" que denotan su inspiración en el Allianz Arena de Munich. Esta cubierta estará permanentemente iluminada, gracias a un complejo código de iluminación que variará en cuatro estados distintos. Según el arquitecto, durante el día será transparente; de noche estará iluminado como "un faro en medio de la ciudad, un referente y un punto de mira"; los días de partido, la iluminación será en rojo y blanco, y cuando haya un gol del Athletic el edificio "vibrará con la afición", gracias a unos focos situados en la fachada, que se encenderán "a modo de flases creando un chisporroteo".

Parte de la huella reservada para el nuevo recinto ocupa parte del actual San Mamés, lo que obligará a ejecutar las obras en dos fases y a derribar el campo "con la mayor rapidez posible". El estadio prestará especial atención a los servicios, con el propósito de rentabilizar la inversión y abrir nuevas líneas de negocio para la economía del club. De esta manera, se habilitarán 100 palcos vip, salas de reuniones para empresas -incluso en días que no sean de partido-, área comercial, un restaurante, un gimnasio, una guardería, espacios para el ocio y la cultura, y aparcamientos. Durante la noche, una iluminación rojiblanca delatará su presencia. "Queremos que sea un edificio vivo, cambiante, que se mimetice con el entorno", indicó Azcárate. Además, el nuevo San Mamés reutilizará la lluvia para el riego del césped y contará con placas solares.