Vasijas de hace casi 3.800 años
Una muestra en Vitoria recupera un depósito de cereal de la Edad de Bronce
Guardaron aquellas vasijas llenas de semillas para emplearlas en la próxima cosecha hace casi 3.800 años, en Estarrona, un pueblo de Vitoria. Ese silo de la Edad de Bronce pasó decenas de siglos desconocido hasta que en 1984 fue descubierto casualmente y el pasado jueves cerró su recorrido con la inauguración en el Museo de Arqueología de Álava Barros olvidados, una muestra que acoge las piezas que se encontraron enterradas en ese depósito excavado en una loma. La exposición incluye el estudio del yacimiento y la recreación de lo que pudo ocurrir allí.
Y es que parece inexplicable cómo pudieron abandonarse esas grandes tinajas y otras vasijas repletas de semillas de cereal, guardadas en un depósito cerrado herméticamente. Como describe la muestra, los dueños de las vasijas abrieron un hoyo de poco más de un metro de profundidad y unos 65 centímetros de diámetro. Enlucieron la superficie con barro y luego le prendieron fuego para mejorar su impermeabilidad. En el interior, sobre una base de piedras, colocaron las vasijas, que taparon con un entramado de madera y pieles, que sellaron con barro, también secado con fuego.
"Si abandonaron definitivamente el lugar fue porque no podían acercarse con seguridad"
Sin embargo, algo ocurrió para que aquellos habitantes de la zona de Estarrona abandonaran aquel silo natural. La directora del Museo de Arqueología, Amelia Baldeón, considera que aquel grupo de la Edad de Bronce tal vez tuviese que salir huyendo de la zona a consecuencia de una agresión. "Sabemos que eran seminómadas, pero si lo abandonaron definitivamente fue porque no podían acercarse al lugar con seguridad ni plantar en los alrededores", explica. No hay que olvidar que se ha constatado que depósitos similares han servido para conservar semillas durante más de cien años en perfecto estado.
En Estarrona, el depósito ha llegado a la actualidad en mal estado, ya que, al estar en ladera, se abrió a causa de las lluvias y el arrastre de tierras. Y, además, su hallazgo por una pala excavadora que abría una zanja para instalar una conducción de agua supuso que se perdieran algunas piezas. Así y todo, es el mejor conjunto de la Edad de Bronce en Álava, una época de la que se han encontrado escasos hallazgos.
La exposición está compuesta por las piezas halladas: 20 vasijas cerámicas completas o reconstruibles, junto a 1.064 fragmentos de otras que ha sido imposible recomponer. Junto a ello, también había tres dientes de hoz y 24 restos líticos. En las investigaciones se ha podido comprobar que los sílex procedían de la costa vizcaína y de Treviño, lo que refleja la movilidad de aquellas gentes. Además, se localizaron carbones, semillas y cáscaras de frutos, que revelan cómo la leña utilizada en el fuego que selló el depósito era de encina.
Barros olvidados. Museo de Arqueología de Álava. Correría, 116; Vitoria. Hasta el 31 de mayo.Horarios: de martes a viernes, de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 18.30; sábados, de 10.00 a 14.00; domingos y festivos, de 11.00 a 14.00; lunes, excepto festivos, cerrado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.