Oferta para inmigrantes: 500 dólares y pasaje a India

Para llegar desde su país hasta Mauritania, los 299 inmigrantes indios del Marine I invirtieron hasta un año y gastaron entre 5.000 y 12.000 euros. En volver desde Mauritania hasta India, apenas tardan 24 horas y sólo reciben un sobre con 500 dólares (unos 400 euros). No puede decirse que hayan hecho un buen negocio. Sin embargo, los 18 sin papeles que el pasado martes fueron repatriados desde Nuadibú estaban entusiasmados.

El grupo no volvió a su país según la fórmula al uso: en un avión especial fletado por el Ministerio del Interior, con las muñecas atadas y escolta policial. Es cierto que los inmigrantes fueron embarcados bajo custodia en un avión del Ejército, pero sólo para trasladarlos desde Nuadibú, al norte de Mauritania, hasta Nuakchot, la capital del país. Allí subieron a un vuelo regular que los llevó a Túnez y, tras varias escalas, a Delhi.

Los 18 sin papeles se habían acogido al programa de retorno voluntario de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), un organismo ahora poco conocido, pero que recordarán los españoles que en las últimas décadas del franquismo se vieron forzados a buscar un futuro en el extranjero.

Ironías de la historia: la OIM, cuya ayuda fue solicitada por España en 1958 para canalizar la oleada de emigrantes, es reclamada desde 2003 para canalizar la oleada de inmigrantes.

Se trata de una organización formada por 120 Estados que financian su estructura y actúan como donantes para sufragar proyectos que interesan a su política. En España desarrolla un programa de retorno voluntario que el año pasado devolvió a sus países a 355 sin papeles. Para este año, el listón de retornos será elevado hasta 500.

El representante de la OIM en España, Manuel Pombo, explica que el trabajo de su organización en Nuadibú se limita a hacer entender a los inmigrantes del Marine I que su proyecto migratorio ha fracasado. "A partir de ahí, sólo tienen dos opciones: ser repatriados a la fuerza, con lo que no podrán entrar en el espacio Schengen en un período comprendido entre tres y 10 años, o aceptar volver voluntariamente a su país, con lo que mantendrán abierta la posibilidad de viajar a Europa con un visado en el futuro inmediato".

No es una oferta deslumbrante para personas que, en cualquier caso, volverán a su país completamente arruinadas. Algunas, porque para financiar el viaje vendieron todo lo que tenían. Otras, porque contrajeron deudas que les será muy difícil satisfacer. Los 500 dólares -cortesía del Gobierno español- que les entregan dos funciomnarios de la OIM al aterrizar en Delhi les alcanzarán para volver desde la capital hasta sus localidades de origen, y poco más.

A pesar de ello, la responsable de Cruz Roja Española en Nuadibú, Olga Marín, afirma que el pasado martes, cuando los 18 inmigrantes que habían aceptado la oferta de la OIM abandonaron la nave portuaria en la que llevaban 16 días hacinados con sus compañeros, su entusiasmo era evidente.

En la penumbra de la antigua fábrica de procesamiento de pescado donde los inmigrantes del Marine I fueron confinados tras su rescate en alta mar, el ambiente es cada vez más irrespirable. Por su fuera poco, la sarna, que al principio los médicos creyeron haber controlado, ha rebrotado con fuerza y salta sin freno de un cuerpo a otro. Ese ambiente opresivo ha decidido a muchos de los recluidos a seguir el ejemplo de sus 18 compañeros y aceptar la oferta de la OIM. El número de solicitantes de retorno voluntario se ha disparado. Ayer, las peticiones firmadas eran más de 70.

Semejante éxito tiene dos inconvenientes. El primero, la resistencia de las autoridades diplomáticas indias a "identificar" a los inmigrantes como compatriotas. En los 19 días transcurridos desde que el Marine I atracó en Nuadibú, sólo han documentado a los 18 que partieron el martes. Es decir, el ritmo de identificaciones es inferior a un inmigrante al día. Y sin un salvoconducto de India, la repatriación -forzosa o voluntaria- es imposible.

El segundo inconveniente el crematístico. El convenio firmado entre España y la OIM sólo hace referencia a la repatriación de inmigrantes que lleven seis meses en España. Es decir, no sirve para los que se hallan en Nuadibú. La directora general de Integración de los Inmigrantes, Estrella Rodríguez, lo explica con contundencia: "Ningún interventor del Estado me permitiría destinar a Mauritania dinero del acuerdo". De momento, la OIM ha echado mano a los restos de dos programas de la UE. Pero no basta. Repatriar a los 299 sin papeles indios costará mucho más, entre 600.000 y 700.000 euros. El Ministerio de Asuntos Exteriores busca una fórmula para pagar a la factura.