Familiares y conocidos frente al 'hombre del saco'

"Siempre se nos habló del hombre del saco, pero a quien hay que tener miedo es a las personas que están en casa o a los conocidos". El catedrático de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la Universidad del País Vasco, Enrique Echaburúa, se refirió ayer a las circunstancias en las que se produce el abuso sexual de menores.

Frente a estudios que elevan las víctimas de algún tipo de abuso sexual en la infancia al 27% en mujeres y un 16% entre los hombres, este especialista rebajó la tasa de prevalencia de abusos sexuales graves -con implicaciones clínicas con menores afectados- a cifras de entre el 4% y el 8% de la población. Y casi siempre los agresores son familiares (padres, hermanos mayores) o personas relacionados con la víctima (profesores, entrenadores, monitores), circunstancia que se da entre el 65% y el 85% de los casos. En su mayor parte son niñas (casi un 60%) de entre seis y 12 años.

"Un 80% de estas personas se recuperan a largo plazo" comentó, en lo que influye decisivamente el equilibrio emocional del menor, el apoyo emocional familiar y las consecuencias en la propia familia de la revelación del abuso. "Hay que tener en cuenta que muchas veces hay familiares que acaban en la cárcel y que la gente tiende a no creer a las víctimas", comentó el especialista de la Universidad del País Vasco.