Sanidad desoye las amenazas sindicales y aprueba por decreto la carrera de enfermería
El SATSE anuncia que endurecerá sus movilizaciones con manifestaciones y huelgas
El Departamento de Sanidad consumó ayer el duro pulso que viene manteniendo con el Sindicato de Enfermería (SATSE) desde hace unos meses con la aprobación por el Consejo de Gobierno del decreto que regula la carrera profesional para el personal de enfermería, el más numeroso de la plantilla del Servicio Vasco de Salud-Osakidetza, con 5.400 trabajadores. Sanidad desoye de esta forma las amenazas sindicales de endurecer las movilizaciones que se están realizando ahora para impedir precisamente la aprobación de la carrera profesional que ha diseñado.
El departamento cuenta en este conflicto con el respaldo de los tres colegios profesionales de enfermería (uno por cada territorio). Aunque estas entidades consideran que se podría haber aprobado un decreto mejor, dan por buenas las modificaciones que ha introducido la consejería en las últimas semanas aceptando algunas de sus alegaciones. El SATSE, sindicato mayoritario entre las enfermeras, basa su oposición al modelo de carrera aprobado en que establece criterios "subjetivos y arbitrarios" de evaluación para decidir si una enfermera ha reunido los suficientes méritos para subir de nivel y cobrar la retribución correspondiente.
Además, sostiene que discrimina a los interinos, a quienes no se les permite el acceso y fija a la baja la remuneración para los profesionales que van subiendo de nivel. Según el SATSE, es la carrera peor remuneradas de toda España. Otra queja es que no se haya asignado automáticamente un nivel a los profesionales veteranos, a diferencia de lo que han hecho otras comunidades. Las críticas del SATSE a su carrera coinciden básicamente con las que ha venido lanzando el Sindicato Médico a la suya, que fue aprobada por el Gobierno en 2005.
Golpe de mano
El establecimiento de un modelo de carrera profesional es la manera que tienen los diferentes servicios de salud del Estado de reconocer las aportaciones de cada colectivo de su plantilla. En el caso de Euskadi, la consejería ha apostado por un sistema de cuatro niveles a los que se va accediendo con el paso de los años, siempre que se supere la correspondiente evaluación. En el caso de las enfermeras, las retribuciones previstas son de 1.765 euros brutos anuales para el primer nivel; 3.555 para el segundo; 4.740 para el tercero y 6.515 euros para el cuarto.
Con la aprobación ayer del decreto por el Consejo de Gobierno, el departamento da un golpe de mano en su pugna con el SATSE dos días antes de que este comparezca ante la Comisión de Sanidad del Parlamento para explicar su oposición. Incluso el PP registró hace unas semanas una proposición no de ley instando al departamento a retirar su actual modelo de carrera y consensuarla con los sindicatos. En la misma comisión y tras el SATSE intervendrá el director de Recursos Humanos de Osakidetza, José Andrés Blasco, para ofrecer su versión.
Desde que el departamento comenzó a negociar con los sindicatos la carrera profesional, se empezaron a ver las discrepancias de fondo que han acompañado todo el proceso. Las enfermeras han promovido una huelga de celo y varias concentraciones de diez minutos ante las puertas de los hospitales y los centros de salud, lucen un lazo verde para "reclamar respeto", recogen firmas solicitando la dimisión del consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, y han anunciado una gran movilización que terminará por visualizar el conflicto en la calle.
Para mediados de marzo han previsto una manifestación en una de las capitales vascas y para remate una huelga "si Sanidad sigue en sus trece con este atropello a la profesión", clama Encarnación de la Maza, portavoz del SATSE.
José Andrés Blasco replicó que por ahora "no se están notando" la movilizaciones de las enfermeras y anunció que el modelo de carrera profesional ha generado una "gran expectación" en el sector. Blasco recalcó la idea de que el propósito de este modelo de carrera es distinguir a los mejores profesionales de los buenos, por lo que es necesario evaluarlos. Se trata de un sistema de evaluación "objetivo, público y con todas las garantías jurídicas". Según el responsable de personal de Osakidetza, no se puede conceder de manera automática un nivel por antigüedad porque lo que pretende el proyecto es reconocer la aportación diferente. "Es posible que el complemento retributivo no sea el mejor hoy, pero el conjunto supera la media", concluyó.
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