Extremadura existe, un año después
Hace cerca de un año que me dirigí a su periódico reclamando atención informativa sobre la refinería de petróleo que por imposición política el señor Ibarra y un empresario extremeño querían instalar en la comarca de Tierra de Barros (Extremadura). Un año ya y seguimos igual: silenciados por el poder que continúa multando a ciudadanos que lo único que hacen es ejercer su derecho a la libre expresión e ignorados por unos medios de comunicación vendidos al poder. Pero estén atentos porque no nos rendimos, continuamos en la lucha. Porque un proyecto tan aberrante no puede salir adelante con el consentimiento del pueblo.
Seguiremos informado a los ciudadanos, organizando charlas, asambleas y escuchando opiniones formadas y no sesgadas, como las que nos cansamos de leer y ver en los medios de comunicación. Lo haremos por justicia, por dignidad y sobre todo porque no es sólo una lucha puntual. Ésta es la lucha de los que creemos que puede construirse otro mundo: más solidario, menos injusto, más respetuoso con nuestro planeta, sustentado por valores que se alejen del imperante dinero rápido y fácil.
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