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Batalla en el sector energético

Telefónica, a la escucha

Ramón Muñoz

La entrada de Enel en el capital de Endesa puede marcar el inicio de una colaboración entre grandes corporaciones de ambos países bendecidas por los Gobiernos respectivos, que hasta ahora se habían mostrado renuentes a esas alianzas. De hecho, las autoridades italianas se han opuesto enérgica y descaradamente a operaciones como el intento de compra de la Banca Nazionale del Lavoro (BNL) por el BBVA o, más recientemente, a la fusión de la española Abertis con Autostrade.

En apenas 15 días y con una entrevista entre el primer ministro italiano Romano Prodi y el presidente español José Luis Rodríguez Zapatero de por medio, se han fraguado dos operaciones de parecida envergadura, que muchos comentaristas entienden ya como un cambio de cromos: Enel entra en Endesa y Telefónica, en Telecom Italia.

Porque si la compra del 10% de Endesa favorece la postura de las autoridades españolas, que ven con recelo la toma de control de la eléctrica por la alemana E.ON, la posible entrada de Telefónica en el capital de Telecom Italia (entre el 5% y el 10%) no sería mal vista por el Gobierno de Prodi, enfrentado abiertamente a Marco Tronchetti,] el dueño de Pirelli, que tiene el control de la operadora a través de la sociedad Olimpia.

Tronchetti tuvo que dimitir como presidente de Telecom Italia en septiembre pasado tras su enfrentamiento con el Ejecutivo de Prodi, que vetó la venta del negocio de telefonía móvil.

Una vez fuera de la compañía, Tronchetti se ha visto empujado a poner a la venta parte del capital de Olimpia, el holding a través del cual posee el 18% de Telecom Italia y el control de la gestión.

La operación fue aireada por la prensa italiana hace 15 días y reconocida por Telefónica. Pese a que en fuentes de la negociación se destaca que la toma de un porcentaje de Telecom Italia supondría importantes sinergias, muchos analistas no entienden muy bien la operación desde el punto de vista empresarial. En primer lugar, porque la participación adquirida por Telefónica no le daría ningún derecho sobre la gestión y, en segundo, porque tendrían difícil llegar a acuerdos en Brasil -el único mercado que comparten- al ser competidores.

La toma de postura de Enel también reabre las puertas a Abertis para su proyecto de fusión con Autostrade. No en vano, el Gobierno italiano acaba de aprobar una nueva normativa sobre concesiones que puede servir de base para retomar la unión de ambas concesionarias de autopistas.

Donde no hay marcha atrás posible es en el caso del BNL. El BBVA vendió en mayo de 2006 el 14,7% que tenía del banco italiano.

En el pasado también se ha hablado del posible interés de la petrolera ENI en Repsol YPF, un rumor que ha rebrotado con fuerza

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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