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Los jueces devuelven sus derechos a los empleados de los teatros municipales

78 trabajadores ganan al Ayuntamiento dos demandas colectivas por conflictos

Jesús Ruiz Mantilla

La denuncia de acoso laboral presentada contra Juan Carrete -de la que se hace eco esta información- fue desestimada finalmente en una resolución del Juzgado de Instrucción número 52 de Madrid adoptada en enero de 2015.

El ambiente laboral en los teatros municipales madrileños (el Español y el Centro Cultural de la Villa) anda más que revuelto. Setenta y ocho trabajadores del Teatro Español han ganado dos procesos colectivos con sentencias firmes que obligan a reestablecer sus derechos laborales. Éstos, según los tribunales, se habían visto mermados desde 2004, cuando el Ayuntamiento creó la empresa Madrid Arte y Cultura, SA (MACSA), con 200 empleados, para dar más autonomía a la gestión de los teatros. Hay otras dos denuncias en trámite y decenas de litigios individuales.

MACSA, que en la actualidad cuenta con 200 trabajadores, se creó con el compromiso del equipo de gobierno del alcalde, Alberto Ruiz- Gallardón de respetar los derechos de los empleados municipales que pasaban a depender de la nueva empresa. Todos quedarían amparados bajo el convenio colectivo del Ayuntamiento.

Pero los responsables de la nueva empresa no tardaron en reorganizar las cosas a su manera, sin tener en cuenta los compromisos del convenio general, según los abogados y trabajadores afectados. Las denuncias no tardaron en llegar.

Han presentado cuatro, por la vía contencioso-administrativa y por la laboral. La primera surgió por un asunto relacionado con las vacaciones y fue interpuesta por 22 trabajadores del Teatro Español, que dirige Mario Gas. Éste ha rehusado comentar el conflicto.

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Hasta 2004, los trabajadores del teatro podían tomarse descanso de un mes entre el 1 de junio y el 3 de septiembre, el periodo de menos actividad. Los responsables de MACSA obligaron a los empleados a partir sus vacaciones: no más de 15 días en verano y otros 15 a lo largo del año. En marzo de 2006 ya hubo una sentencia favorable.

Limbo retributivo

Pero la denuncia más importante es la que se ganó a finales de enero, según César Martínez Pontejo, del despacho Abogados Carranza. Éste ha defendido los intereses de los 56 trabajadores del Español afectados en este caso, que se quejaron de que las mejoras sobre el convenio colectivo del Ayuntamiento que se aprobaron en diversas negociaciones se convertían en papel mojado para los trabajadores de MACSA. "Éstos quedaron en un limbo retributivo", afirma el letrado. La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid obliga a la empresa a aplicar las mejoras que vayan consiguiéndose. "Entendemos que en éste y en sucesivos convenios", puntualiza el letrado.

La resolución judicial es clara: "La nueva sociedad se subrogará en los derechos y obligaciones laborales y de Seguridad Social del Ayuntamiento de Madrid respecto del personal laboral municipal que viene prestando servicios en el Teatro Español y el Centro Cultural de la Villa; que dicho personal se incorporará a la plantilla de la misma como personal laboral fijo y que mantendrán la categoría profesional consignada en los contratos de trabajo, así como el actual régimen retributivo", afirma.

La tercera demanda interpuesta cuenta con una sentencia a favor de MACSA, y está recurrida por los trabajadores. Fue presentada a causa de los niveles salariales y de funciones, que los afectados pretenden que se aplique también respecto al convenio general del Ayuntamiento.

En marzo está prevista la vista de la cuarta denuncia. Ésta tiene que ver con los fondos de mejora, complementos específicos que desde 2005 no se aplican en MACSA, según lo pactado en su origen.

Mariano López Cubillo, uno de los trabajadores que han ganado ya dos de las demandas, muestra su satisfacción por la última sentencia firme, aunque cree que tantos conflictos laborales no contribuyen a crear buen ambiente de trabajo. "El ánimo de los trabajadores está muy afectado", dice. Tanto que, además de las demandas colectivas, existen muchas otras individuales en tramitación. "Tenemos más de ocho en nuestro despacho, aparte de otras que no llevamos nosotros", aclara César Martínez Pontejo. "Muchas tienen que ver con cambios de ocupación efectiva. Se adjudican puestos de trabajo ya dados a empresas de servicios, y eso crea conflictividad y muchos agravios".

El sindicato Unión de Trabajadores Madrid Arte y Cultura (UTMAC), mayoritario en la empresa, muestra su satisfacción por las sentencias, pero también preocupación porque los conflictos aumentan. Su secretario de organización, Juan Flores, asegura: "Lo último es el expediente de suspensión de empleo y sueldo a dos compañeros del Teatro Español por siete días, sin abrir un proceso de información previo, hecho también está denunciado". Y agrega: "Desde que ha entrado MACSA hemos perdido poder adquisitivo y dignidad profesional. Falta personal en algunas secciones y, lo más importante, la empresa no se reúne con los sindicatos para intentar solucionar alguno de los problemas que tenemos". Tampoco descartan una huelga: "Si seguimos sin reunirnos con la empresa, a una media de tres demandas cada año, no descartamos que antes de las elecciones hagamos algún tipo de movilización".

Alicia Moreno, la concejal de Cultura, no quiso hacer comentarios. Los portavoces de su departamento aseguraron que acatarán los fallos.

El Teatro Español con la estatua de Federico García Lorca delante.
El Teatro Español con la estatua de Federico García Lorca delante.CRISTÓBAL MANUEL

Acoso laboral en el Conde Duque

Los conflictos entre los trabajadores de los centros culturales del Ayuntamiento no acaban en el Teatro Español y el Centro Cultural de la Villa, las empresas que ahora controla Madrid Arte y Cultura, SA (MACSA). Esta misma semana, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 17 dictaba sentencia contra el Consistorio por un caso de acoso laboral en el Centro Cultural Conde Duque. La afectada, Silvia Carretero Moreno, había presentado desde enero de 2004 más de 30 escritos en los que solicitaba plazas vacantes para trasladarse, ya que, según denunciaba, sufría acoso laboral por parte del director del centro, Juan Carrete Parrondo, que acaba de ser nombrado responsable de Intermediae, un proyecto de apoyo a jóvenes talentos de las artes plásticas y que tendrá sede en el Matadero Madrid. La trabajadora sufrió una ansiedad depresiva por la que tuvo que estar 18 meses de baja.

El juzgado ha condenado al Ayuntamiento a que faciliten el traslado y que la afectada pueda "elegir su nuevo puesto de trabajo". La sentencia señala directamente al director del Centro Cultural Conde Duque "por el comportamiento que tiene hacia ella". Los informes médicos en los que se demostraba que la demandante ha sufrido "angustia vital y emocional con repercusiones psicosomáticas" han resultado determinantes.

La afectada se mostraba satisfecha por el fallo pero anunció que pedirá la aclaración de sentencia: "Para conminar al Ayuntamiento a que cese el hostigamiento laboral".

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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