¿Acciones elitistas o populares?
La subida bursátil lleva a muchas compañías a realizar 'splits'. Otras, sin embargo, prefieren cotizar a precios elevados
Cuatro ejercicios consecutivos de subidas en la Bolsa dejan huella. El inversor particular cada vez tiene que hacer mayor esfuerzo económico para comprar una acción. Para paliar la situación, cada vez más compañías optan por realizar splits, operaciones que consisten en desdoblar el valor nominal de los títulos. Este mecanismo facilita el acceso de los accionistas minoritarios y favorece la liquidez. Otras empresas, no obstante, prefieren cotizar a precios altos para evitar la especulación y buscar accionistas estables.
El otro gran periodo de 'splits' en el mercado español se registró durante 1999, meses antes del estallido de la burbuja tecnológica
Entre 2004 y 2003 tan sólo cinco compañías del índice general de la Bolsa de Madrid decidieron realizar un split en sus acciones. En 2005 aumentó a seis, y el pasado ejercicio el número de empresas que efectuaron esta operación ascendió a nueve. Tal y como ha arrancado este año, es de esperar que se bata la marca de 2006. En enero, Faes Farma desdobló el valor de sus títulos y ya han anunciado que harán lo mismo Banco Guipuzcoano, Astroc, Iberdrola y Banco Sabadell.
"El renacer de los splits se debe sin duda a la larga racha alcista que acumula la Bolsa", sostiene Jesús Muela, responsable del departamento de análisis de GVC. "Esta operación tiene como objetivo fundamental facilitar el acceso de los minoritarios a la compañía, además de alimentar la liquidez", añade este experto. Alicia Jiménez, jefa de análisis de Self Trade, comparte esta opinión: "Operaciones de este tipo se dan cuando el minoritario vuelve a la Bolsa. Las compañías lo saben y quieren ponerles las cosas fáciles".
La ejecución de un split no debería tener un impacto real en la cotización, porque al mismo tiempo que se divide el valor nominal de la acción se multiplica el número de títulos en circulación en la misma proporción. "Las compañías no van a valer más o menos, pero sí pueden tener un efecto psicológico positivo en el pequeño inversor", indica Jiménez. Los analistas, eso sí, aconsejan informarse de cuándo se va a ejecutar el desdoblamiento para no llevarse sustos.
El reverso de la moneda
A pesar del renacer de los desdoblamientos del nominal, muchas otras empresas optan por mantener elevado el precio de su cotización. En la actualidad, hay 13 compañías en el mercado español cuyas acciones superan los 50 euros. Hace tres años tan sólo había cuatro valores en este selecto club.
"Las cotizaciones han subido mucho, pero puede que nos encontremos en el pico del ciclo. Es cierto que los splits ayudan a tener más liquidez, pero si la Bolsa entra en una fase bajista pueden volverse en contra al provocar la sensación de que las cotizaciones están por los suelos", señala Muela.
Los títulos con un precio más alto en términos absolutos de la Bolsa son CAF (206,8 euros), Acciona (161,2 euros) y Cementos Portland (118 euros). Las acciones de la constructora controlada por la familia Entrecanales serían las más caras (967 euros), de no haber realizado un split en 1998 en la proporción de seis por uno.
Las compañías que deciden mantener estos precios buscan, a juicio de los analistas, prestigio y un cierto estatus elitista entre sus propietarios. "Con una acción cara se logran dos cosas: en primer lugar, alejar a los accionistas con un carácter más especulativo y, en segundo término, lograr un accionariado más estable. A los inversores institucionales les da igual que los títulos valgan un euro que 100", apunta Jiménez.
Muchas compañías exigen un número mínimo de títulos para asistir a la junta general de accionistas. Esta petición no supone mucho esfuerzo económico en el caso de aquellas empresas cuyos títulos tienen un precio bajo. Sin embargo, sí puede ejercer un filtro importante en el caso de los valores con cotizaciones elevadas. El reglamento de la junta de accionistas de CAF, por ejemplo, establece que sólo aquellos accionistas con 100 o más títulos podrán asistir a la junta y tomar parte en sus deliberaciones con derecho a voz y voto. Es decir, que hay que tener un mínimo de 20.680 euros invertidos en la compañía para poder participar en su máximo órgano de decisión.
Otro gran momento para los splits se dio en 1999, meses antes del estallido de la burbuja tecnológica. En esa época no sólo valores de mediana y pequeña capitalización optaron por desdoblar el valor del nominal de sus títulos. También lo hicieron los blue chips del mercado. Telefónica hizo un split de tres por uno (sin él ahora, en lugar de cotizar a 16,9 euros lo haría a 50,7 euros) y BBVA lo hizo en la misma proporción, mientras que el Santander ejecutó un desdoble de dos por uno.
Los analistas hacen la distinción entre acciones con precios altos y bajos, y títulos caros y baratos. Para identificar a estos dos últimos, no hay que fijarse en el precio de la acción, sino en ratios como el PER, que indica el número de veces que el beneficio está contenido en la cotización. Es por este motivo que cotizar por debajo de un euro no es sinónimo de acción barata Es más, muchas veces lo que indica es que la compañía atraviesa problemas.
Los inversores más especulativos, aquellos que hacen varios movimientos en una misma sesión, prefieren las acciones con precios bajos. Para ganar un 10% con un valor que cotice a un euro tan sólo hace falta que suba un céntimo, mientras que con un título que valga 50 euros se necesita una subida de al menos cinco euros.
Buffett y los 82.000 euros
Si los 206,8 euros que vale cada título de CAF pueden parecer inalcanzables para muchos inversores españoles, suponen calderilla si se compara con el precio que tienen las acciones de Berkshire Hathaway. Cada acción de la aseguradora estadounidense alcanza la astronómica cifra de 107.360 dólares (81.954 euros), lo que la convierte en la más cara del mundo.
Desde que se hizo con el control de la compañía, a mediados de la década de los sesenta del pasado siglo, Warren Buffett se ha centrado en la creación de valor y no ha hecho ningún split. Una cotización tan elevada hace que la junta de accionistas que se celebra anualmente en Omaha (Nebraska) se convierta en uno de los principales actos para la comunidad inversora en Estados Unidos.
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