De la Vega pide disculpas a los usuarios de Cercanías Renfe y promete más inversiones

Un día después de que la 16ª avería en los servicios ferroviarios de Cercanías de Renfe en 2007 sembrara el caos en el área metropolitana de Barcelona, con ocupaciones de vías en Martorell y en Catellbisbal, la vicepresidenta del Gobierno central, María Teresa Fernéndez de la Vega, pidió disculpas a los afectados y prometió reforzar el plan de choque con inversiones inminentes. De la Vega se comprometió a acelerar la inversión de los 3.563 millones de euros acordada entre ambos gobiernos. La línea C-4 de Cercanías, afectada el viernes, tendrá el lunes dos trenes nuevos.

Tras la que fue la primera reunión entre la vicepresidenta y el jefe del Ejecutivo catalán, José Montilla, después de las elecciones del pasado 1 de noviembre, De la Vega culpó a los anteriores gobiernos del Partido Popular de los problemas "estructurales" de la red de Cercanías por no haber invertido lo necesario en el mantenimiento del servicio ferroviario de Cataluña.

La vicepresidenta se comprometió a que las inversiones pactadas hace unos meses entre la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, y el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, que suman 3.563 millones de euros, se hagan de inmediato. Sobre todo la parte que destina el convenio acordado de Cercanías y que asciende, en diversas partidas, a 1.850 millones.

La vicepresidenta anunció que se revisarán las instalaciones eléctricas y se pondrán en marcha los servicios de información y señalización en la red de trenes. Después de "lamentar muchísimo" el cúmulo de averías, De la Vega también prometió incrementar la flota de autobuses lanzadera para trasladar a los usuarios de los trenes en caso de interrupción por avería.

Paralelamente a la batería de medidas anunciadas por la vicepresidenta, el Ministerio de Fomento reforzará desde el lunes la línea C-4 de Cercanías -que une las poblaciones de Sant Vicenç de Calders, Barcelona y Manresa- con dos nuevos trenes tipo Civia, según anunció el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel. Los dos nuevos trenes, de la serie Civia, tienen doble composición, es decir, que su capacidad duplica la de los trenes que funcionaban ahora. Esto incrementará la oferta en 10.000 plazas en hora punta. Rangel también se disculpó por el aluvión de averías en la red de Cercanías tras colocar la primera piedra de la futura estación Terrassa Est, que debería empezar a funcionar en 2008. Rangel llamó el viernes al delegado de Fomento en Cataluña, Jordi Prat, pero declinó comentar el contenido de la reunión, del mismo modo que rechazó explicar si se tomarán medidas precautorias en el orden público en previsión de nuevas averías a partir del lunes.

Los responsables de Renfe y de Adif -la empresa que gestiona vías y estaciones- se reunieron la noche del viernes, de acuerdo con la explicación de Fernández de la Vega, para coordinar actuaciones y tomar "medidas urgentes" en lo que se refiere a las infraestructuras eléctricas y viales. El Gobierno espera que el lunes Renfe y Adif den a conocer el informe sobre las averías del viernes en las líneas C-4 y C-7.

"Desastre absoluto"

Las reacciones de los partidos de la oposición no se hicieron esperar. El presidente del PP en Cataluña, Josep Piqué, calificó de "desastre absoluto" la gestión de la red de Cercanías por parte del Ministerio de Fomento, y aseguró que si el servicio ferroviario no mejora de forma inminente pedirá la dimisión de la titular de la cartera, Magdalena Álvarez.

También cargó contra el Gobierno central la tercera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, la ecosocialista Imma Mayol, quien instó a la vicepresidenta a dejar de "buscar culpables" por las averías y a dedicarse a "buscar soluciones". La dirigente de Iniciativa Verds (ICV) añadió que las infraestructuras del AVE "sólo tienen sentido" si sirven también para mejorar el servicio de Cercanías. Desde CiU se apuntó también la ausencia reiterada del delegado del Gobierno en las diversas crisis, desde la del aeropuerto a las de Renfe.