El crimen organizado, a debate

El delegado del Gobierno en Euskadi, Paulino Luesma, aseguró ayer en Vitoria que la delincuencia organizada constituye, después del terrorismo, "la amenaza más grave contra la seguridad interior". Luesma participó en la inauguración del primer Congreso Nacional sobre Delincuencia Organizada, que hoy se clausura en el Palacio de Congresos Europa de Vitoria. Subrayó que, "desgraciadamente, la sociedad debe hacer frente a la lacra de diferentes formas de delincuencia, cada vez más sofisticadas y asociadas a las nuevas tecnologías y criminalidad organizada".

En la mañana de ayer intervino el general de la IV Zona de la Guardia Civil (Andalucía, Ceuta y Melilla), Antonio Dichas, con la ponencia Inmigración irregular en España y tráfico de personas. Este general, licenciado en Derecho y criminólogo, se mostró convencido de que "se está desmadrando la sensación de que todos los delitos los cometen los inmigrantes", en alusión al discurso social que liga interesadamente la inmigración irregular con el aumento de la delincuencia.

Gervasio Gabirondo (Ertzaintza): "La actividad preventiva no está dando sus frutos"

Dichas trazó una línea muy clara para diferenciar ambos conceptos y aseguró que no cree que haga falta una mayor coordinación entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para hacer frente a la inmigración, ya que "tenemos un mando único que coordina todas las actividades", precisó. El general calificó de "espectacular" el incremento de embarcaciones y medios aéreos para luchar contra las mafias de la inmigración y anunció la inmediata adquisición de aviones y de "unidades autónomas de vigilancia" para combatir a esas redes.

Por la tarde, responsables de la Ertzaintza y de la Comisaría General de la Policía Judicial aplicaron la lupa a los casos de delincuencia relacionada con los llamados secuestros exprés (la retención de una persona durante unas horas mientras se cobra el rescate o se saca dinero con sus tarjetas de crédito). El jefe de la División de Asuntos Internos de la policía vasca, Gervasio Gabirondo, reconoció que la "actividad preventiva no está dando los frutos adecuados" para hacer frente a la delincuencia. "Queda muchos delitos sin esclarecer", admitió. Y subrayó que hay que incrementar la cooperación entre policías, definir políticas preventivas con comerciantes, empresarios y asociaciones de vecinos, y diseñar planes de acción con los profesionales, entres los que nombró a jueces, fiscales, abogados y representantes de la seguridad privada.

Gabirondo dio dos datos para hacer luz sobre las novedades en la delincuencia: en 2006, la Ertzaintza detuvo a personas de 88 nacionalidades diferentes y el 38% de las 315 personas arrestadas por tráfico de drogas se produjo en el barrio bilbaíno de San Francisco, una zona de aluvión de inmigración. El comisario jefe Miguel Ángel Barrado, que abordó el secuestro express, reconoció que apenas se denuncian. De los 89 casos de este tipo denunciados el pasado año, la policía comprobó 14, ocho de ellos en Madrid, la punta del iceberg de una delincuencia importada de latinoamérica.