Un acusado del 11-M, apartado de otro juicio hasta que se falle el primero
La Audiencia Nacional acordó apartar a Mohamed Larbi Ben Sellam -uno de los acusados por el 11-M- del juicio que comenzó ayer contra nueve presuntos integrantes de una célula islamista, detenidos en la Operación Nova, "en tanto no sea resuelto" el proceso que éste tiene pendiente por los atentados de Madrid.
La Sección Primera de la Sala de lo Penal adoptó esta decisión a instancias del fiscal Pedro Rubira, que realizó esta petición al considerar que Lardi Ben Sellam no puede ser juzgado en este nuevo proceso hasta que no se resuelva el juicio del 11-M, en el que también se le acusa de un delito de pertenencia a organización terrorista.
Tanto su defensa como la de los otros ocho acusados se adhirieron a la petición del fiscal y no mostraron inconveniente alguno a que este acusado sea apartado del proceso.
Larbi Ben Sellam fue trasladado a los calabozos de la Audiencia mientras continuaba la vista contra el resto de acusados por pertenencia a la célula de la corriente salafista de los Grupos Islámicos Combatientes Magrebíes creada entre finales de 2002 y febrero de 2003 en Madrid por Mustapha El Maimouni. En el juicio están acusadas también dos personas que estuvieron imputadas por el 11-M, aunque finalmente no fueron procesadas, Faisal Allouch, quien estuvo más de un mes en prisión por los atentados de Madrid, y Khalid Zeimi Pardo.
Reuniones para la 'yihad'
El fiscal Rubira sostiene en su escrito de acusación que El Maimouni, preso en Marruecos por los atentados de Casablanca del 16 de mayo de 2003, comenzó a captar marroquíes para convertirlos al islamismo radical y utilizarlos en la yihad.
Así, comenzó la captación con su cuñado Sarhane Ben Abdelmajid Fakhet, Sarhane el Tunecino, uno de los siete terroristas que se suicidaron en Leganés tras los atentados del 11-M; su amigo Mohamed Larbi Ben Sellam; y Faisal Allouch, que se ocupaba de las finanzas.
Allouch, para el que la fiscalía pide 12 años de cárcel, reconoció haber participado en reuniones en su vivienda, pero negó que éstas estuviesen dirigidas a adoctrinar al resto de procesados para realizar la yihad, así como que El Maimouni actuase como líder en las mismas.
Durante todo el interrogatorio, Allouch acusó a los procesados de colaborar con "los servicios secretos" para controlarle desde que dejó Marruecos. "Vine a España sin saber que el servicio secreto me estaba manejando desde el primer momento", relató el procesado, quien aseguró entre sollozos que estando ya encarcelado le revelaron que su mujer también colaboraba con ellos.
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