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El Estatuto de Baleares supera el último trámite parlamentario

El PSOE insiste en el debate en la necesidad de reformar el Senado

Pablo Ximénez de Sandoval

La cuarta reforma estatutaria de la legislatura, la de Baleares, fue aprobada ayer en el pleno del Senado por abrumadora mayoría. Sólo siete abstenciones, de los partidos que habían presentado enmiendas, evitaron la unanimidad sobre un proyecto que, como todos los anteriores, no sufrió la más mínima alteración en su texto durante su paso por la llamada Cámara territorial.

Este dato fue resaltado durante el debate y contestado por el portavoz el PSOE en temas territoriales en la Cámara alta, José Ignacio Pérez Sáenz, quien redirigió la crítica al PP por no facilitar la reforma constitucional de las atribuciones del Senado. "Todos quisiéramos que esta fuera la Cámara de primera lectura" en los estatutos, dijo Pérez Sáenz. "El reproche debe hacerse a aquellos que no están por esa reforma".

El debate en el Senado de las reformas estatutarias ha sido tedioso y repetitivo con el Congreso, donde se fijan tanto los textos finales como los argumentos de los partidos.

El debate de ayer contó con referencias ineludibles al Estatuto de Cataluña, recurrido ante el Tribunal Constitucional por el Partido Popular, y sus semejanzas con el nuevo texto balear, que ha apoyado este partido junto con el PSOE. En palabras del senador Jordi Casas, de CiU: "Ojalá se hubiera hecho el Estatuto catalán después del andaluz y el balear".

Casas destacó que el texto de Baleares se tramitaba "con absoluta normalidad", cuando "el espíritu político que lo inspira es el mismo que en el catalán". Casas citó la creación de una Agencia Tributaria, una comisión bilateral, un Consejo de Justicia de Baleares, la "amplia definición de competencias" o la creación de un consejo audiovisual. Todos ellos aspectos que, "con matices", emulan al texto catalán. Si este no hubiera sido el primero en irrumpir en el debate político, "igual no estaría recurrido ante el Constitucional", dijo Casas.

La sesión contó, como en las tres ocasiones anteriores, con la presencia del presidente del Gobierno y la vicepresidenta primera. José Luis Rodríguez Zapatero dio la enhorabuena a los representantes del Ejecutivo balear y consideró que el Estatuto "se adapta al mejor espíritu del Estado de las autonomías".

ERC, el partido que más problemas le hallaba al texto, retiró ayer casi todas su enmiendas al proyecto, menos una, relativa al deber de conocer el catalán. El Estatuto balear, a diferencia del catalán, reconoce el derecho a hablar ambos idiomas, pero no el deber. El portavoz de ERC, Carles Bonet, argumentó esta enmienda por el carácter de lengua oficial del catalán, lo que exige el mismo tratamiento legal que el castellano.

El senador popular José Seguí destacó que en Baleares "la cuestión lingüística no es un problema", y se mostró orgulloso del compromiso de financiación del Estado obtenido: 2.500 millones en los próximos siete años.

El líder del PSIB-PSOE, Francesc Antich, habla en el Senado con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
El líder del PSIB-PSOE, Francesc Antich, habla en el Senado con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero.EFE

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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