Rock moderno, "elegante y gitano"
El debú de los coruñeses Triángulo de Amor Bizarro genera un aluvión de críticas positivas
"España debe estar realmente mal", dice Isabel Cea, bajo, voz y relaciones públicas ocasional del grupo coruñés Triángulo de Amor Bizarro. "Una cosa es que nos guste My Bloody Valentine y otra que nos parezcamos. A mí me está dando un poco de vergüenza leer las críticas".
Desde Madrid y Barcelona han calificado el reciente debú de la banda como "lo más subversivo del pop español en lustros", o "el mejor desde el Super 8 de Los Planetas". El primer disco de TAB, Triángulo de Amor Bizarro, salió a la venta este lunes. El pasado viernes, 300 personas llenaron la sala madrileña Low en el primer concierto de la gira, con paradas en Galicia los días 2 (A Coruña, Mardi Gras) y 3 de marzo (Vigo, La Fábrica de Chocolate).
Cea admite que el grupo está "sorprendido" con algunos aspectos de la promoción. "No sé a quién se le ocurrió llevarnos a tocar al Razzmatazz", una de las principales salas barcelonesas, con aforo para más de 2.500 personas. A este respecto, Bruno González, responsable de promoción de TAB, Standard y La Habitación Roja para Mushroom Pillow, el sello que dirige el coruñés Marcos Collantes -que trasladó el negocio a Madrid con el debú de Deluxe debajo del brazo-, tranquiliza a los músicos. "La actuación en Razzmatazz fue cosa de Amable, el DJ residente. Le enviamos el disco, le encantó y nos citaron para el 7 de abril".
Los miembros de TAB retocaban ayer el vídeo de El himno de la bala, el primer single del disco, con la ayuda del director de fotografía Juan Morgade. Aparte de Isabel Cea, Rodrigo Caamaño (guitarra y voz) y Julián Muñoz (batería), originarios de Rianxo, Egipto (al lado de Rianxo) y Elche de la Sierra (Albacete), Triángulo son también Blas Silva y David Gómez, ideólogos del grupo desde 2003, cuando todavía eran Los Jíbaros. Dos años después enviaron una maqueta que llegó a las semifinales del Proyecto Demo en Benicàssim. "Antes estábamos en el estadio previo al nivel básico", reconoce Cea. "Aunque sí es cierto que nos preocupamos de hablar de cosas que conocemos muy bien. Siempre nos gustaron mucho The Moldy Peaches [la banda punk-folk norteamericana que convertía sus actuaciones en una performance], pero también podríamos citar a David Lynch, Buñuel o Jodorowsky, según el día".
El nombre, tomado de una de las composiciones más bellas de New Order, Bizarre Love Triangle, no hace especial reverencia al grupo británico. "Es más el concepto que el amor en sí", explica Cea. Del mismo modo, la bajista acude a la revista Mondo Brutto para acotar el concepto bizarro y, de paso, el espíritu y el sonido del grupo: "Entre elegante y gitano", señala. En este sentido, la música de TAB, con bajos repetitivos y guitarras distorsionadas, recrea atmósferas conocidas del rock espacial de Stereolab o del viejo noise-pop, desde Jesus and Mary Chain a Yo la Tengo, pero -considera- "eso es normal". "Desde Family, a mí en España me pueden gustar Beef o Mercromina, y también pienso que no nos parecemos".
Fuera del mundo
Quizá no sea tan normal la aparente soledad de TAB si se quiere fijar su música en el mapa visible del pop gallego actual. "Estamos un poco fuera del mundo... Las críticas hacen regato y el agua tiene que ir por ahí. A nosotros nos da igual todo eso".
También se quedaron fuera en lo que respecta a la selección de bandas incluidas en el circuito pop-rock que promueve Cultura. Cea es muy crítica en este punto. "Una cosa son los ancianos que tienen derecho a una ambulancia medicalizada a golpe de teléfono", apunta. "Pero un músico no es inválido ni subnormal. Alguien se ha equivocado y ha jodido a mucha gente".
De momento, los coruñeses intercalan trabajos más o menos subterráneos con la promoción del disco. "Vivir de esto es impensable, desde luego", dice Cea. El próximo concierto será en Barcelona, el día 24, dentro del Festival In-Somni. Allí compartirán cartel con White Rose Movement, Jay-Jay Johanson o Radio Slave. En la capital del pop, Cea dice que llevarán "las botas bien embarradas". "Hay demasiado gafapasta por allí. A ver si se les pega un poco de campo".
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