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Rivero y los Sanahuja se reparten el imperio de Metrovacesa y sellan la paz

El acuerdo para dividir la primera inmobiliaria española contempla hasta cinco OPA

Amanda Mars

En una época de grandes concentraciones empresariales en el mundo del ladrillo, Metrovacesa ha dado el paso inverso. Los Sanahuja y el presidente de la constructora, Joaquín Rivero, junto a Bautista Soler, han puesto fin a la guerra accionarial que mantenían desde hace un año con un acuerdo que divide en dos a la hasta ahora primera inmobiliaria española. Sanahuja se quedará con el negocio en España y activos de Francia valorados en 1.800 millones, mientras que Rivero y Soler se harán con la mayoría de la francesa Gecina, junto con activos españoles por 437 millones.

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Tras un año en que una OPA de la familia Sanahuja compitió con la contraoferta de Rivero y Soler, y acabó en tablas, las partes han optado por una decisión salomónica que evite una larga batalla jurídica. El presidente de Metrovacesa y su socio Bautista Soler, propietario del Valencia CF, se convertirán en los accionistas de referencia de la compañía francesa Gecina, de la que Metrovacesa controla el 68,5%, con un patrimonio de 9.701 millones. Por su lado, la familia Sanahuja se reforzará en Metrovacesa y mantendrá todo su negocio en España, valorado en 7.480 millones a 30 de junio.

Para compensar la diferencia, Gecina traspasará a Metrovacesa, controlada por Sanahuja, un paquete de edificios de oficinas en París por valor de 1.800 millones de euros, mientras que otro paquete de activos en España por valor de 437 millones (oficinas en Valdebebas, Manoteras y avenida Burgos, entre otros) pasará a los socios de Gecina, según el acuerdo. Rivero y Soler tienen previsto agrupar estos activos en una nueva sociedad que cotice en Bolsa, así como sacar a la inmobiliaria francesa también al parqué español. El resto de accionistas, la familia Lara (5,17%), Prasa (3%) y los minoritarios podrán escoger en qué compañía participan.

Bajo el precio de mercado

La operación se llevará a cabo en varias fases. En la primera, Metrovacesa llevará a cabo una reducción de capital y una OPA sobre sus propias acciones con pago en acciones de Gecina (1,7 acciones de Metrovacesa por 1 de Gecina). La valoración empleada (75,67 euros por cada acción de Metrovacesa) es un 35,8% inferior al precio de cierre de ayer (117,85 euros). La de Gecina, en cambio, es sólo un 9,1% inferior (129,36 euros en el acuerdo frente a los 142,4 en Bolsa). Eso permite pronosticar un desplome en Metrovacesa cuando vuelva al mercado.

Como resultado de la OPA, Metrovacesa transmitirá entre un 34,7% y un 61,9% de Gecina, en función del número de minoritarios que acepten la oferta. Conservará, por tanto, entre el 7,9% y el 35,1%.

El Grupo Sanahuja, al reducirse el capital, verá elevarse su participación por encima del 50% de Metrovacesa. Se compromete por ello a lanzar una OPA por el 100% o reducir su participación por debajo de ese umbral en seis meses.

En paralelo, en Francia, Gecina aportará a una filial con activos valorados en hasta 1.800 millones de euros y usará las acciones de esa filial para lanzar una OPA sobre las propias acciones de Gecina. La moneda de cambio será precisamente las acciones de esa filial. Metrovacesa se compromete a aceptar esa OPA con las acciones de Gecina que aún conserve.

Dado que la participación de Rivero y Soler en Gecina aumentará con esas operaciones, ambos lanzarán una OPA sobre Gecina en caso de ser legalmente necesario. Aún hay prevista una posible quinta OPA de Metrovacesa sobre la nueva filial de Gecina.

Además, Metrovacesa venderá activos españoles por 437 millones (que incluye una deuda sociada de 167 millones) a una sociedad de Soler y Rivero en la que también podrán participar los minoritarios.

El consejo de Metrovacesa analizará mañana el acuerdo y la dimisión presentada por el consejero delegado de la compañía, Manuel González García, quien la semana pasada vendió sus títulos, según Europa Press.

La compañía comunicó ayer el pacto a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y lo justificó por la necesidad de dejar atrás "una situación accionarial, que ha producido en el órgano de gobierno de la sociedad, discrepancias, derivadas de distintas concepciones sobre el modelo de desarrollo social, defendidas desde posiciones accionariales de referencia muy significativas". La CNMV lo analizará y se pronunciará "en el plazo más breve posible".

Sacresa lanzó una OPA hostil a través de Cresa en marzo para reforzarse e influir en un modelo de gestión que no compartían con el presidente, Joaquín Rivero. Éste y Soler y lanzaron una contraopa. El resultado fue que Sanahuja alcanzó el 39,6% y Rivero y Soler el 36,25%.

La disputa siguió. La familia Sanahuja pidió más representantes en el consejo y quiso evitar una emisión de bonos convertibles que hubiese diluido su participación. Según fuentes cercanas a los accionistas, la entrada de José Manuel Lara, el dueño de Planeta, en Metrovacesa, ha inluido en el proceso, por considerarle afín a los Sanahuja y porque supuso la salida de Bancaja, leal a Rivero.

Ahora ha llegado la paz, pero los adversarios se siguen mirando de reojo: han pactado que si una de las partes incumple el acuerdo, tendrá que pagar a la otra la friolera de 600 millones de euros como indemnización.

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Sobre la firma

Amanda Mars
Directora de CincoDías y subdirectora de información económica de El País. Ligada a El País desde 2006, empezó en la delegación de Barcelona y fue redactora y subjefa de la sección de Economía en Madrid, así como corresponsal en Nueva York y Washington (2015-2022). Antes, trabajó en La Gaceta de los Negocios y en la agencia Europa Press

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