Roces y aprietos económicos

Roces de convivencia y llegar justos a fin de mes son los dos problemas más comunes en los pisos de estudiantes. Una muestra es el piso en el que conviven Juana María Alba, Bianca Sánchez, Martina Pisova, y Alberto Fregenal, situado junto a la estación de tren de Granada.

En opinión de Juana María, nacida en Rute hace 26 años, lo más difícil es encontrar un piso "en condiciones". Esta estudiante de Psicopedagogía cree en eso de que los granadinos son algo tacaños. "Los precios han subido muchísimo y las viviendas han envejecido. Además, constantemente pesa sobre nosotros la advertencia de nuevas subidas".

Con respecto a la elección de Granada como lugar para estudiar, todos coinciden en que no les ha quedado más remedio que salir de sus lugares de origen. Pese a ello, Alberto reconoce que "Granada es la meca de la fiesta" y que eso pesa mucho en la decisión. "El año pasado vivía en la República Checa y allí me enteré del record del botellón de Granada", comenta Martina.

Por su parte, Bianca cree que "lo más complicado al buscar compañeros es que sepan respetar a los demás. El ruido y la limpieza propician los roces más habituales, pero este piso es tranquilo y nos llevamos bien". Con respecto a los mini pisos propuestos por el Gobierno, Bianca opina que es "una muy buena propuesta para lograr el objetivo de que los jóvenes que viven en lugares sin universidades puedan seguir sus estudios independientemente de su situación económica".