El PP dice que la sociedad no demandaba el cambio

La baja participación sirvió al PP para rescatar ayer un discurso que mantuvo durante meses y que había orillado tras sumarse al consenso: que la reforma del Estatuto no era una demanda ciudadana. El secretario regional del PP, Antonio Sanz, hizo una primera valoración apenas media hora después de que se cerrasen las urnas y destacó que se trata de una reforma "no solicitada por la sociedad".

En esta primera lectura, los populares, que se sumaron al sí a última hora, cuando la reforma del Estatuto terminaba su tramitación en el Congreso de los Diputados, no hicieron responsable a nadie de la alta abstención y se limitaron a defender el papel que han realizado en la reforma. Así se atribuyeron el mérito de que el Estatuto que los andaluces refrendaron ayer en las urnas es "plenamente constitucional" gracias a su contribución.

En los últimos días de campaña, cuando ya se sabía que la clave del referéndum de ayer iba a ser la abstención, el líder del PP, Javier Arenas, ha repetido en multitud de ocasiones que una alta o baja participación no debía interpretarse como un éxito o un fracaso de ninguno de los partidos que apoyaban la reforma.

A lo largo de la campaña, tanto el PSOE como IU, lo otros dos partidos que defendían el sí, han puesto el acento en la desgana con que el PP ha defendido la reforma. A estas acusaciones, Arenas ha replicado que su partido defendía el nuevo Estatuto con "la boca grande". Sanz, ayer, destacó una vez más el esfuerzo de movilización que ha realizado su partido para defender la reforma. "Hemos cumplido", dijo.

Por la mañana, nada más votar, Javier Arenas puso como meta "ideal" de participación el referéndum del Estatuto de 1981, en el que acudió a votar el 53,4% del censo electoral.